PARTE 6

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Las semanas pasaron en un lapso de tiempo muy rápido. Seungmin no pidió ningún solo deseo luego de aquel que se le concedió en el cementerio con su padre. Sentía que no lo necesitaba.

En vez de eso, se pasó hablando con Chan en su habitación o lugares dónde no hubiese gente.
Durante esas charlas comenzó a sentir unos vínculos muy fuertes con Chan. Era feliz cada vez que hablaban o convivían.

El mayor era otro amigo más para él, que lo escuchaba y también estaba con él en todo momento. Seungmin se tomó el tiempo de pensarlo bien, e idealizó a Chan como un ángel que llegó en el momento justo para él.

Ese momento dónde la estaba pasando mal, pero no se notaba porque no quería hablar sobre ello.
Se sintió afortunado por la llegada del pelicobrizo, después de todo siempre estuvo con él.

- Llevas dos semanas y media sin pedir deseos, Seungmin. No te apresures, pero deberías. Después de todo tengo que completar mi parte e irme.

Lo dijo como si nada, como si no importara que él se fuera, como si no iba a dejar algún vacío y aunque jamás quiso encariñarse con él, fué casi imposible desde aquel día.

- Perdón, no sé que pedir y no quiero desear algo tan estúpido como lo hice principalmente. -pensó- Déjame un poquito más, seguro sabré qué pedir.

En cuanto terminó, la madre de Seungmin entró a la habitación, abriendo cuidadosamente la puerta del lugar. El menor miró rápidamente, algo asustado.

- ¡Mamá me asustaste!, ¿acaso quieres matar a tu bellísimo hijo? -su madre rió.

Se acercó a él, agarrando sus cachetes y estirandolos para sonreír dulcemente.

- No, no hijito, jamás. ¿Quién se encargaría de lavar los platos? -rió soltando sus mejillas.

El menor rodó sus ojos, parecía un esclavo, pero obviamente no lo era. Aunque si parecía.
Más cuando su madre hablaba.

- Hijo, vine porque saldré durante unas horas, ¿bien? Tengo cosas que hacer. -dijo la mujer.

Seungmin simplemente asintió a su madre. Esta dejó un beso en su cabeza y se retiró de la habitación. Luego de un rato, se escuchó como el automóvil se alejaba de su casa.

Esperó un rato a que su madre se fuera por completo y comenzó a buscar ropa, sacando todo fuera de su armario, haciendo una montaña de ropa y cosas. Bang Chan lucía confundido, no entendía qué hacía, aparte de desordenar su propia habitación, claro.

Quiso entender, sin hacer preguntas, pero no podía. El menor se movía de allá acá, con ropa en la mano y zapatos, probandose todo, sin dejar nada. Entraba y salía del baño en variadas ocasiones.

Miraba su celular cada vez que podía y eso lo extrañaba aún más.

- ¿Qué haces? -preguntó po fin.

- Saldré con mis amigos, me invitaron ayer. Y ahora que mamá no está, es mejor.

- ¿Desobedeceras a tu mamá? Pensé que eras bueno. -burló.

- Soy amable, no cumplidor de reglas. Quiero salir, así que lo haré y tú vendrás, porque nunca se sabe. -respondió callando su boca.

Simplemente esperó a que terminara de prepararse y una vez pasó, se sentó unos segundos hasta que la bocina de un coche se escuchó fuera de casa.
Agarró su celular y tomó la mano de Chan bajando las escaleras súper rápido.

En cuanto llegó, se subió y saludó.
Jeongin aceptó buscarlo a su casa, acompañado de Hyunjin, que era su casi novio según él.

Llegaron al club rápidamente, apenas entraron comenzaron a hablar con los demás. Estaban Felix y Changbin, novios desde hace mucho tiempo, unos dos años aproximadamente. También Les Know y Jisung, quienes aún no querían dar un paso más, solo eran amigos, pero morían por ser novios.

Y luego, estaba Seungmin, soltero. No quería a nadie porque no le importaba, aparte de que nadie le llamaba la atención.

- ¿Y te besasaras a alguien hoy? -se burló Han para bromear un poco.

- ¿Y tú por fin te comerás a Minho? -contraatacó sarcásticamente.

Jisung rápidamente quedó rojo como un tómate, tal vez no fué lo mejor pero era divertido, tenían que dar aunque sea un paso adelante. Ya que ninguno ponía de su parte.

- Estaré por allá, Seungmin. -señaló Chan, para luego irse de allí.

El menor entendió y se quedó conversando con sus amigos, haciendo chistes y tomando.
Luego todos se metieron a la pista de baile, para moverse un poco, pero terminaron desaparandose.

Seungmin quedó totalmente solo ahí. Hasta que se acercó un hombre bastante alto, un rubio atractivo se podría describir. También tenía una sonrisa coqueta y estaba decidido a ganarse a Seungmin.

- Hola lindo, ¿estás sólo? -preguntó fuerte, ya que la música no dejaba escuchar.

- No, vine con amigos, pero están por allá. -señaló.

- Pues te dejaron solo, una lástima que alguien tan lindo este aburrido, ¿quieres venir a mi casa? -preguntó.

Seungmin negó, pero el hombre volvió a insistir. Obviamente siguió sin aceptar, pero se veía que no se daría por vencido hasta que le contrario agarró a Kim por la fuerza y quiso llevárselo. Puso resistencia, no se iría con un extraño, pero era mucha fuerza la que ejercía el rubio.

Intentó liberarse como pudo pero fracasó. Sus amigos no lo veían porque estaban en la suya.
Pegó unas veces en su mano para que lo soltara y así pudiera escapar y nuevamente falló.

Cuando sintió que no podía más y el hombre lo estaba llevando, alguien se metió frente a él para que por fin pueda soltarlo. Quiso saber quién era pero estaba de espalda y por las luces no se veía.

El rubio se enfadó porque se interpuso en medio. Quiso apartar al más grande, pero no pudo porque su fuerza no era suficiente para él.

- Te ha dicho que le dejes en paz, no quiere, vete. -gritó el mayor frente a Seungmin.

El tipo no le importó, de hecho quiso pegarle un puñetazo, pero lo agarró y apretó fuertemente. Se veía como lastimaba, ya que el hombre empezó a agonizar y suplicó que lo soltase.

El contrario lo dejó y se alejó del lugar, cuando Seungmin pudo ver quien era, se dió cuenta que se trataba de Bang Chan. Aunque quedó algo confundido, ¿acaso no podían verlo?

El pelicobrizo le tomó la mano a Seungmin sacándolo fuera del lugar, lejos del ruido y gente hablando.

- ¿Te encuentras bien?

- No te preocupes, Chan. Lo estoy, gracias otra vez. -respondió abrazándolo.

- Que bueno, pensé que te había hecho algo malo. -soltó una risa nasal.

Seungmin hizo lo mismo, hasta que se acordó de aquello, ¿cómo hizo para que el tipo lo viera a él?

- Oye, ¿cómo fué que ese tipo pudo ver- -sus palabras quedaron en el aire cuando su celular comenzó a sonar.

Miró y era una llamada de su madre. Así que la contestó, pero en su lugar una voz distinta habló a través del teléfono.

- Hola, ¿usted es el hijo de Kim Myung -habló la voz.

- Si, ¿qué sucedió? -respondió preocupado mirando a Chan rápidamente.

- Bueno, la señorita Kim sufrió un accidente automovilístico y hace poco ingresó a urgencias. Así que lo llamamos para pueda venir. -terminó.

Seungmin colgó rápidamente y corrió a la carretera llena de autos. Chan obviamente quedó perplejo y lo siguió hasta allá.
El pelinegro pidió un taxi, se subió y se dirigió hacía al hospital, aún no creía en esa llamada.

Mamá, espérame. Pensó.


------------ Fin de la parte 6.

gracias por leer nuevamente, una estrellita se agradece muchísimo como siempre.

Te deseo amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora