MINE [Geminifourth]

Chapter 7: "Pray".

04 de Junio, año 2023.
Bangkok, Tailandia.
12:21 AM.

Fourth exhaló profundo, sintiendo un enorme alivio recorrer su cuerpo cuando vió al Skyline cruzar la línea de meta.

Cerró los ojos y comenzó a escuchar gritos de alegría y vitores a su alrededor, mismos que festejaban la victoria de "Vek".

Y aunque él no tenía muchas referencias de si los amigos de Gemini eran buenas personas o no, decidió que lo mejor sería mantenerse en su lugar, pues por mucho que deseara correr hasta donde el mayor se encontraba, el hecho de tener la mano de Tay sobre su hombro se sentía como una leve advertencia de que no debía moverse de ahí.

Así que, por primera vez en su vida Fourth se tragó su altanería y se obligó a sí mismo a guardar silencio y esperar.

Gemini caminó altivamente hasta donde ellos se ubicaban, sin embargo, antes de que pudiera decirle algo al menor, el sonido de un escandaloso derrape cortó cualquier palabra que estaba por salir de su boca. Algunos gritaron asustados mientas huían de la trayectoria del automóvil en movimiento.

El tipo se detuvo, y bajó furioso de su vehículo, trastabillando en el acto.

Lee se apresuró en llegar hasta Norawit, pero éste se mantuvo inexpresivo mientras el joven se movía.

—¡Has hecho trampa, maldito bastardo! —bramó, con el rostro tan carmesí que Fourth pensó que estaba herido.

—Yo no tengo la culpa de que no sepas manejar el nitrógeno, imbécil. —Murmuró en cambio, totalmente despreocupado.

—¡Te me has cerrado a propósito en la última curva, tramposo de mierda! —Respondió a gritos, y fue en ese momento que se precipitó hasta él, empujándolo en el centro de su pecho.

Gemini respondió a la agresión, y lo empujó a dos manos, haciéndole caer al piso de espaldas.

Momentos más tarde, desenfundó el arma que cargaba en la cinturilla del pantalón, apuntándole directamente a la cabeza.

—Estoy cansando de tu mierda, Lee. —Gruñó entre dientes, acariciando el gatillo. —No sabes correr, no sabes perder y tampoco sabes cuándo cerrar la puta boca.

El hombre en el suelo pasó saliva audiblemente, mirándole con genuino desprecio.

—Cualquiera es valiente con un arma en la mano. —Escupió.

Todos les observaban atentos y en completo silencio.

Fourth en cambio se encontraba perplejo, incapaz de pensar que Gemini tenía ese tipo de alcances. Pero nuevamente, recordó que no le conocía de nada, y que básicamente se hallaba en una guarida de lobos donde se refugiaba en el único que lo protegía para comérselo más tarde.

Norawit le puso el seguro, y la regresó a su lugar, no sin antes de agregar. —Deja de ser tan estúpido, porque si no la próxima vez no dudaré en volarte los sesos. —Espetó.

Fourth parpadeó confundido cuando se detuvo a su lado, analizándolo con la mirada.

—Ganaste. —Dijo en un hilo de voz, sintiéndose completamente vulnerable bajo sus orbes azabaches.

—Hablaremos más tarde. —Declaró, para después girarse en dirección a uno de sus amigos. —Quiero que revises ese coche y lo lleves a mi taller. —Le ordenó a Tay, quien asintió sonriente.

—Por supuesto. —Contestó, yéndose a fastidiar al perdedor y a quitarle lo que ya no le pertenecía.

—Vámonos. —Exclamó, tomando a Fourth del brazo.