El valor de tu amor

Deseo

- Tn, ¿Alguna vez has surfeado? - Preguntó Hailee. Aún nos encontrábamos en la cocina.

- Hmm, no lo creo. Recuerdo tener una tabla pequeña color azul cuando estaba chica. - Dije tratando de recordar detalles.

- ¿Ah si? ¿Surfeabas de pequeña? - Preguntó curiosa.

- No tengo idea, no recuerdo más que la tabla. - Dije mientras me encogía de hombros, aún haciendo esfuerzo por recordar.

Hailee río

- Bueno, prepárate que ahora mismo vamos a surfear. - Dijo Hailee mientras se levantaba de la silla.

- ¿Qué? ¿A dónde? - Vaya pregunta tonta hice.

- A un charco, Tn. - Dijo Hailee sarcástica con una sonrisa mientras me observaba. - Anda, vamos a la playa. El día es perfecto. Y por cierto, llegaremos a mi casa para que yo pueda cambiarme y recoger las cosas, además quiero llevar a Martini.

- Como digas mujer. - Dije y acto seguido me levanté de la silla para dirigirme a mi habitación. No estaba segura de que vestir. Opté por un bikini azul, arriba una camisa blanca y unos shorts, unas sandalias y unos lentes de sol. Antes de bajar tomé una toalla.

- ¿Acaso piensas conquistar al mar? - Dijo Hailee después de recorrer su mirada por mi cuerpo.

- Hmm no, pero si a alguien más. - Dije mientras guiñaba. Hace tiempo no me atrevía a tanto, Dios mío.

Hailee nerviosa tomó sus llaves y nos dirigimos a su coche.

Una vez en el coche, Hailee me prestó su celular para poner algo de música.

- I had a dream that... we were under water. - Comencé a cantar mientras hacía gestos como si tuviera un micrófono imaginario.

- ¿En serio? - Preguntó Hailee mientras sonreía.

- Pega con la ocasión. - Dije mientras me encogía de hombros para acto seguido seguir cantando.

Después de unos minutos, llegamos a casa de Hailee.  Me bajé para recoger a Martini mientras Hailee tomaba algunos snacks y otras cosas necesarias, al reunirlas, subió a su habitación para cambiarse, yo aproveché y subí las cosas al auto. Estaba a punto de recoger a Martini cuando Hailee bajó. Wow.

- ¿Te quedarás observando todo el rato o ya nos podemos ir? - Dijo Hailee con una sonrisa.

- No tendría problema con la primera opción. - Dije mientras me encogía hombros.

Hailee río sutilmente, nerviosa, negando con la cabeza.

Nos dirigimos al auto mientras yo llevaba a Martini en brazos. A medida que el sol pintaba el cielo con tonos cálidos, llegamos a la playa, me encontraba con una mezcla de nerviosismo y emoción. Al bajarnos del auto nos dirigimos a la arena, mientras acomodábamos nuestras cosas, se me ocurrió una idea.

- ¿Qué te parece si hacemos esto más interesante? - sugerí con la mirada fija en los ojos de Hailee.

No estoy segura si esto termine por beneficiarme. Me arriesgo.

Hailee me observó esperando que continuara.

- Quien logre ponerse de pie primero en la tabla, le cumplirá un deseo a la otra, sin hacer preguntas, sin restricciones. - añadí, dejando que la tensión flote entre nosotras como una suave brisa.

- Estoy dentro, pero que yo recuerde, no tienes ni la mínima experiencia en esto. - Dijo Hailee con una sonrisa.

— Bueno... no, pero tengo un talento innato para no ahogarme y eso debería valer al menos un par de olas. - Dije segura. Definitivamente voy a perder.