Capitulo 21: Emociones

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Wu Lei, que no dejaba de reír, finalmente se detuvo, aún con lágrimas causadas por la risa, se secó los ojos con los dedos. Señaló el beso que tenía en su frente y miró a Hao Yinxi. —Es una pequeña muestra de afecto de mi madre, no tienes por qué enojarte—, dijo con una sonrisa. Wu Lei trató de no reírse de nuevo y sonrió.

Hao Yinxi, que escuchó esto, no dijo nada, se dio la vuelta y, antes de salir por la puerta de la habitación, dijo: —Me iré a dormir, buenas noches—. Al sentir la parte despreciativa en el tono de Hao Yinxi, Wu Lei miró la puerta durante un buen rato y, con cuidado, se limpió la frente con la manga de su traje.

Por otro lado, Hao Yinxi entró a otra habitación, su cara estaba roja por la vergüenza. Al mirar al frente, se dio cuenta de que esa era la habitación de Wu Lei y no la habitación de invitados. Rápidamente se volteó para abrir la puerta, pero antes de salir, la vergüenza que tenía era mayor. Tratando de suspirar profundamente, abrió la puerta. Delante de él estaba Wu Lei, lo que sorprendió a Hao Yinxi, que con un solo movimiento cerró fuertemente la puerta. Esto provocó que empezara a sudar frio.

Anteriormente, estaba avergonzado por haber pensado que Wu Lei se fue a "jugar", pero realmente solo fue a ver a su madre. Lo que me avergonzó fue que prefirió salir de la habitación y, sin darse cuenta, se fue inconscientemente a la habitación de Wu Lei. Y si no fuera poco, ahora se topó con Wu Lei en la puerta, cerrándole la puerta en su propia cara y en su propia habitación.

Al quedarse petrificado y esperar un minuto de silencio, Wu Lei, que estaba del otro lado de la puerta, apoyó suavemente su frente en ella y habló suavemente: —Lo siento... Mis acciones te hicieron enojar. No comprendo del todo mis errores... Descansa en mi habitación todo lo que quieras, yo...

Antes de que siguiera hablando, Hao Yinxi interrumpió: —NO SIGAS...

Estaba tan avergonzado de que Wu Lei siempre terminaba disculpándose en su lugar. Todo este tiempo, él tenía un mal temperamento, lo que siempre lo llevaba a crear un malentendido con Wu Lei. Esa impotencia, ese enojo, siempre surgían desde que conoció a Wu Lei y pasaba tiempo con él, pero muy a menudo surgían más cuando lo dejaba...

Sin poder más, habló: —El que tiene la culpa de esto soy yo y no tú, así que deja de disculparte por algo en lo que no eres culpable...

Al escuchar esto, Wu Lei miró fijamente la puerta, como si se tratara de la cara de Hao Yinxi, se apartó de ella y esperó a que Hao Yinxi hablara.

—¿Por qué siempre me pasa esto? —dijo Hao Yinxi con un suspiro, apoyándose en la puerta cerrada—. ¿Por qué siempre me equivoco?

Al escuchar esto, Wu Lei preguntó: —¿Qué te pasa? —preguntó Wu Lei desde el otro lado de la puerta, con una voz suave y preocupada—.

—Nada... —respondió Hao Yinxi, sacudiendo la cabeza—. Solo que... solo que siempre me siento como un idiota. Siempre me equivoco, siempre hago las cosas mal...

—Eso no es cierto —dijo Wu Lei, intentando tranquilizarlo—. Tú eres una persona muy capaz. Solo que... solo que a veces te dejas llevar por tus emociones.

—Sí... —admitió Hao Yinxi, con un suspiro—. Sí, eso es cierto. Pero ¿por qué no puedo controlar mis emociones? ¿Por qué siempre me dejo llevar por ellas?

—Bueno... —dijo Wu Lei, pensando un momento—. Creo que es porque eres una persona muy sensible, Xiaobao. Eres muy sensible a las cosas que te rodean, y eso te hace sentir las cosas de manera muy intensa.

—Sí... —dijo Hao Yinxi, asintiendo con la cabeza—. Sí, creo que tienes razón. Pero ¿cómo puedo cambiar eso? ¿Cómo puedo dejar de ser tan sensible?

—No creo que debas cambiar eso, Xiaobao—dijo Wu Lei, con una sonrisa—. Creo que tu sensibilidad es una de tus mejores cualidades. Lo que debes hacer es aprender a controlar tus emociones, a no dejar que te dominen.

—Sí... —dijo Hao Yinxi, asintiendo con la cabeza—.

Alejándose un poco de la puerta, su mente divagaba. Él no solía ser emocionalmente inestable. Incluso al combatir, nunca tuvo miedo y tampoco tuvo otras emociones; él era capaz de controlar su aura demoníaca incluso siendo fuerte, pero ahora no tiene esa fuerza. Sin embargo, incluso sin ella, él sigue manteniendo la mitad. Haciendo suposiciones, llegó a una conclusión: su aura demoníaca fuerte no está presente al máximo, que al igual que su poder espiritual necesita ser cargado y fusionado, para así ser capaz de eliminar esas emociones que eran incontrolables.

(N/T: El aura demoníaca de Hao Yinxi suprime sus emociones).

Wu Lei se apoyó de nuevo en la puerta, pero al hacerlo se dio cuenta de que se movió un poco, que de inmediato empujó suavemente hacia adelante y entró. Hao Yinxi, que se había alejado de la puerta y estaba a punto de dar otro paso, fue sorprendido por Wu Lei, que lo abrazó por la espalda.

—¡Somos cercanos después de todo! —exclamó Wu Lei.

Hao Yinxi se sonrojó un poco y trató de ocultarlo.

—Tú realmente... deberías dormir temprano —dijo Hao Yinxi.

Wu Lei dejó de abrazarlo y se despidió. Al cerrar la puerta, miró el pasillo y se adentró en él. Entró en una habitación y encendió un talismán de fuego. Mientras iluminaba las esquinas de la habitación, empezó a buscar entre la oscuridad.

—Debería estar por aquí... creo —murmuró Wu Lei.

Al iluminar un extremo de la habitación, sus ojos se iluminaron.

—¡Lo encontré! —exclamó Wu Lei.

Al tomar un trozo de papel, apagó el talismán y se quedó en la oscuridad. Pronunció tres palabras y desapareció, dejando la habitación completamente vacía.

𝕮𝖔𝖗𝖗𝖔𝖘𝖎ó𝖓 ⅠDonde viven las historias. Descúbrelo ahora