𝕮𝖔𝖗𝖗𝖔𝖘𝖎ó𝖓 Ⅰ

Capitulo 6: Sabandija

Cuando Wu Lei escapó del burdel, una luz roja atravesó el techo de la habitación.

El demonio de tres metros con cuernos gruesos y ojos rojos resaltan en la oscuridad, mirando fijamente a las dos personas que tenían de cerca el cristal rubí.

Los sirvientes que trabajaban y limpiaban habitaciones escucharon la explosión en el techo, pero tan pronto como vieron los escombros del techo volando por el aire, no tuvieron otra opción que entrar en pánico y correr.

Qing Shan no esperó el movimiento de la otra parte, sacó su espada y lanzó el primer golpe sin piedad. El demonio no esperaba que su oponente fuera tan fuerte, que con solo un movimiento de espada le cortara los dos brazos, no pudo evitar pensar que esa pudo ser su cabeza.

El demonio estaba ansioso y a punto de escapar, pero fue detenido por una espada que estaba aferrada a su cuello.

Shen Lin no quería hacer un escándalo pero el demonio hasta rompió el techo.

—¿A dónde crees que vas?—. Shen Lin no pudo evitar mirar al demonio con una fría mirada.

.......

Wu Lei se desplazó por los techos sigilosamente.

Mirando a los alrededores, sintió que algo no iba bien, de repente una ráfaga de viento apareció, mientras que una sombra se precipitó delante de él, instintivamente protegió al niño en sus brazos.

La sombra que estaba delante era visible claramente para él. Un Joven de pelo rojizo largo y ojos cuarzo citrino.

— Un gusto verle —Wu Lei realizó una leve reverencia y trató de saludar con normalidad, poniendo una falsa cortesía.

Dalai siempre fue la sabandija que perseguía a su Shen Lin como acosador, esta sabandija era un "ascendido" que le gusta cogerse a cualquiera que sea bonito y fuerte, la mayoría que tiene cultivo dual son como él, pero no todos. Simplemente es fácil odiar a personas así, sobre todo que Shen Lin es como su hijo y no le gustaría que algo así le pasara.

El solo tendría que esperar a que Dalai se entere que su hijo está con otro hombre para que su felicidad sea infelicidad, eso lo saciaría demasiado.

Dalai miró a Wu Lei con impaciencia. —¿Dónde está Shen Lin?—.

Miro a los ojos a Dalai. —No se preocupe. A-Lin ha estado estresado y ahora se encuentra desestresándose, además, ¿Qué más puede hacer una persona en un lugar como este si no es divertirse?— respondió con cierta satisfacción.

Wu Lei aprovecho a darle una mano al "desgraciado" (Qing Shan) para apoyarlo.

Dalai se sorprendió y no dudó en dirigirse hacia adelante, rápidamente una mano como el jade tomó su mano.

Dalai frunció el ceño y miró a Wu Lei que lo retenía, ciertamente la delicada mano que lo sostenía parecía frágil, pero no podía moverse.

—Wu Lei, ¿alguna vez te he ofendido?—.

Wu Lei tenía ganas de agarrarlo por el cuello y decirle que lo castrara si se vuelve a reunirse con su lindo y adorable A-Lin. Si fuera necesario también agarra a todos y todas las personas con las que se ha metido para hacer una revolución contra el.

—No sé a qué se refiere, simplemente quiero que disfrute de una buena noche como esta. ¿Usted no piensa lo mismo?— Sonrió pero nunca lo soltó.

Cuando Shen Lin ascendió por primera vez, Dalai se enamoró a primera vista de él. Shen Lin no solo era poderoso, sino muy hermoso.

El cabello suelto con flequillos a los lados caían como cascadas, sus ojos color rojo sangre resaltan en la noche, piel blanca y labios carnosos capaces de satisfacer sus necesidades, mientras que su figura delgada y esbelta era muy linda de ver.