la amabilidad de yeonjun

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Jung Heesung durmió bien toda la noche hasta que, en la madrugada, se despertó y al ver que Yunsu seguía dormida, se esforzó por no hacer ruido ni despertarla. Mientras yacía en su cama, comenzó a reflexionar sobre todo lo que estaba sucediendo hasta que Yunsu se levantó para ir al baño. Heesung actuó como si estuviera dormida, y Yunsu preparó el desayuno.

-Oye, Heesung, despierta- dijo Yunsu para despertar a su amiga.

-Oh, ¿sí?- respondió Jung, aún somnolienta.

-Bien, el desayuno está listo-.

Heesung se levantó, fue al baño, se lavó la cara, se cepilló los dientes y luego fue a desayunar.

-Mmm, se ve delicioso- comentó.

Yunsu había preparado unos panqueques, acompañados de café para ambas.

-Esto está muy bueno, Yunsu-.

-Oh, no es para tanto, pero gracias-.

-Oye, estuve pensando que no tengo ropa y no puedo usar la misma todos los días-.

-Ah, claro, ¿quieres que te preste ropa?-.

"Eso no era a lo que quería llegar", dijo nerviosa Heesung.

-Mejor compramos ropa, no me gusta compartir la mía jajaja- propuso yunsu-

-Oh, no, no quiero ser una carga-.

-No, tranquila, tengo mucho dinero; mis padres me dan plata todas las semanas- explicó Yunsu.

-Pero si tienes dinero, ¿por qué trabajas?-

- Mmm... bueno, es que mi compañera de trabajo tiene un hermano que irradia una presencia magnética, cautivando mi atención desde el primer momento. Su mirada profunda es como un viaje a través de constelaciones desconocidas, y su sonrisa, un destello de luz que ilumina incluso los rincones más oscuros de mi día. La gracia natural con la que se mueve parece una danza celestial, y cada gesto suyo es una melodía que acelera mi corazón. En resumen, Kai es como un sueño del que no quiero despertar, una obra maestra de la naturaleza que deja una huella imborrable en mi corazón.

- Wow, sí que te gusta, eh jajaja.

- Ah, -suspiro-lo amo, y por eso trabajo ahí, porque él va a ver a la hermana todos los días.

- Comprendo, amiga.

- Bueno, te presto ropa solo por hoy, ya que vamos a comprar - dijo Yunsu cambiando de tema.

- ¿Tan temprano?

- Oh, sí, es que a esta hora no hay gente.

- Ah, claro. Bueno, a ver qué me puedes prestar.

Fueron al extenso armario de la señorita Yunsu para ver qué outfit le quedaría bien a Jung.

- ¿Qué tal esto?

Heesung se puso la ropa, y luego fueron de compras. Ella llevaba una falda plisada de cintura alta, blusa holgada con estampado floral y medias de red atrevidas. Sus zapatillas blancas y una mochila estilizada completaban el estilo urbano, capturando la moda vibrante de esa época.

Después de conocer mucha ropa, Jung Heesung no podía más con la duda.

- Ey, Yunsu, ¿deberíamos decirle a Yeonjun de dónde vengo?

Afortunadamente, Yeonjun pasaba por ahí y escuchó lo que hablaban.

- ¿Decirme qué? - dijo Yeonjun en medio de las dos chicas.

- Ho-hola, Yeonjun.

- Hola, Yeon - dijo Yunsu.

- ¿Hola? ¿Qué deberían decirme?

- Ah - suspiró Yunsu - ven, te diremos en casa.

Mientras los chicos se dirigían a la casa de Yunsu, escucharon un ruido proveniente de un callejón, así que se acercaron para percatarse de que eran algunos compañeros de secundaria de Yeonjun y Yunsu golpeando a otro chico.

- ¡Ey, oigan inútiles, ¿qué hacen?! - gritó Yeonjun.

Los dos jóvenes que golpeaban al chico miraron a Yeonjun y lo reconocieron. Uno le susurró al otro:

- Ey, vámonos, amigo. Este nos dará problemas.

Los chicos se estaban yendo y le dijeron al joven al que golpeaban:

- Oye, estás muerto, maricón.

Jung Heesung, Yunsu y Yeonjun fueron a ver cómo estaba el joven.

- Ash, cómo odio esto - dijo Yunsu muy enojada.

Con Yeonjun y Yunsu levantaron al chico.

- Vamos - dijo Yeon.

Lo llevaron a la plaza cercana para preguntarle qué había pasado y tratarle las heridas.

-Yunsu y Heesung, vayan a comprar hielo y algunas curitas -

El joven no podía apartar la mirada de Yeonjun, su presencia imponente y firme dejaba una impresión duradera en su mente.

- Oh, no me presenté. Soy Choi Yeonjun, un gusto. ¿Y tú, cómo te llamas? - preguntó Yeonjun con una sonrisa en su rostro.

- El gusto es mío, Choi Yeonjun. Yo soy Choi Soobin.

- Oh, qué lindo nombre - dijo Yeonjun.

- No tan lindo como tú - contestó Soobin.

- Ja, -solo una pequeña risa-. ¿Y quiénes eran esos bastardos?

- Oh, unos chicos que siempre me andan molestando. Hoy les dije que dejen de molestar y pues se enojaron, los falta de atención - dijo Soobin, mirando hacia otro lado.

- Oh, entiendo - dijo Yeonjun.

Las chicas volvieron con las cosas que había pedido Yeonjun.

- Aquí está - dijo Yunsu.

- Oh, gracias. Él es Choi Soobin. Soobin, ella es Yunsu.

- Hola, Soobin.

- Y ella es Jung Heesung.

- Hola, Soobin.

Los chicos hicieron lo posible, aplicaron hielo en los moretones y colocaron algunas curitas en el rostro.

- Mmmh, Soobin, ¿quieres que te llevemos a tu casa? Allí te atenderán mejor que nosotros.

- Oh, no, por favor - dijo Soobin inmediatamente. - Si llego a mi casa así, me regañarán bastante feo.

- Mmmh, entiendo. ¿Entonces te puedo invitar a mi casa? Allí tengo más cosas para curar tus heridas.

- Oh, sí, por favor - dijo Soobin aliviado.

- Ja, okay, vamos.

- Yo tengo que trabajar, y Jung Heesung tiene que venir, así que vayan ustedes. ¡Hasta luego! - dijo Yunsu.

- Hasta luego y que te mejores, Soobin.

- Chau - dijeron los dos chicos.

Soobin ya podía pararse y caminar mejor después de la ayuda que recibió, y se dirigieron a la casa de Yeonjun.

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¡Hola! Mil disculpas por tardar en actualizar. Las fiestas me tenían ocupadx.

WOW  1022 palabras  más que antes 👏👏👏

Espero que les guste este capítulo y, si ven alguna falta de ortografía, avísenme. ¡Porfis <33!





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Yeonbin?

Entre Dos Mundos Inesperados Donde viven las historias. Descúbrelo ahora