Capítulo 2

666 76 16
                                    

Abrí los ojos de repente y la luz me cegó por completo, no entendía donde me encontraba. Se que no soy muy inteligente, pero hasta yo se lo que significa morir y evidentemente esto no parecía morir. Mis ojos se sentían pesados, como si hubiese estado durmiendo durante muchas horas. Hacía mucho tiempo que no me sentía tan descansada.

—¿Cómo te sientes? —escuchar nuevamente esa voz me dejó en shock. Giré la cabeza de forma automática y ahí estaba el emperador, con una mirada dulce y tranquila, todo lo contrario al hombre al que había enfrentado.

—¿Majestad? —pregunté sin entender lo que estaba pasando.

—¿Te duele mucho? —apuntó el a mis piernas, en ese momento me di cuenta que algo raro estaba pasando, tenía la misma herida que cuando conocí al emperador.

—No, no me duele —contesté sorprendida, no debía alterarme demasiado, seguro esto era un sueño debido a mi muerte.

Esto se sentía como un sueño, pero a la vez se sentía demasiado real, tanto que me comenzaba a espantar. ¿Mi última ilusión antes de morir fue la época en la que Sovieshu me trataba dulcemente? Realmente no lo creo, siento que ya pasé esa etapa. El se veía demasiado amable, se despidió y se fue a continuar con sus labores.

Me quedé completamente sola y confundida en esa habitación, me pellizque esperando despertarme de ese loco sueño, pero no solo no fue así, sino que el dolor que sentí fue tan punzante como el de mi pierna. Me incorporé con cuidado, recuerdo que aquella vez me quedé descansando hasta estar medianamente sana y luego conocí a la emperatriz, pero hoy no puedo esperar. Necesito saber si ella aún está en el imperio oriente.

Pensaba ir directo al palacio oeste, lugar donde no tenía permitido ir, ya que ahí habitaba la emperatriz, pero al final terminé yendo al jardín. Algo me decía que ella se encontraba ahí, no me equivoqué en absoluto. La vi a lo lejos, estaba con sus damas, incluida esa mujer que tanto odio me tenía en el pasado. No se si esto sea un sueño, una ilusión o si realmente regresé en el tiempo, pero lo aprovecharé para cambiar las cosas de las que me arrepentí en mi presente.

—Su majestad —dije sonriendo, recordando que la emperatriz odio cuando me dirigí a ella como hermana. Algo que aunque me cueste admitir, logré entender en mi momento de emperatriz.

—Usted debe ser lady Rashta —contestó ella y yo asentí con la cabeza.

—Es un placer conocerla finalmente majestad —la reverencié con cuidado, por nada del mundo quería que esta vez me considerara una falta de respeto.

Si realmente logré regresar en el tiempo, eso significa que para salvarme debo alejarme del emperador y por nada en el mundo debo casarme con él. El problema es que si hago eso, si o si necesito otra protección y esa podría perfectamente ser la emperatriz. Si en lugar de volverme amante del emperador me vuelvo servidora de la emperatriz, posiblemente tenga un futuro mejor que el que tuve. No debo desaprovechar la oportunidad, debo jugar perfectamente mis cartas.

—El palacio es tu casa, siéntete libre de buscarme cuando lo necesites —las palabras de la emperatriz me sorprendieron, en mi vida anterior hubiese dado todo por escuchar eso.

—Gracias su majestad —volví a reverenciarla de la emoción.

—¿Usted tiene alguna intención con su majestad el emperador? —preguntó de repente una dama pelirroja, creo que se llamaba Laura.

—No pretendo ser amante de su majestad si es a lo que se refiere, me gustaría obtener el favor de la emperatriz.

—¿Mi favor? —preguntó ella y yo asentí con la cabeza.

—Siempre la he admirado, me gustaría ser su sirvienta y estar a su lado siempre.

—Aún estás herida, recupérate y lo hablaremos —dijo ella y luego abandonó el lugar junto a sus damas.

Eso había salido mejor de lo que esperaba, siempre supe que ella era buena con los demás y me preguntaba porque no podía ser buena conmigo. Con el tiempo pude entender, que las circunstancias en las que nos conocimos no fueron las mejores. Ahora las circunstancias son diferentes, por lo que puedo conseguir que sea buena conmigo como con los demás. Eso me alivia de alguna forma. Ahora que lo recuerdo, en este momento yo ya estaba embarazada de Glorym. ¿Qué se supone que deba hacer con eso?

—Rashta —el emperador de nuevo se encontraba a mi lado, lo miré por unos segundos sonriendo levemente.

—¿Cómo su majestad encontró a Rashta? —hace tiempo dejé de hablar de esa forma, pero debo ser cuidadosa de igual forma.

—No debiste levantarte de la cama, aún estás muy lastimada —acarició mi mejilla mientras decía estás palabras, recuerdo ese coqueteo, era muy común en el cuándo nos conocimos.

—Estoy bien, solo quería ver a su majestad la emperatriz —dije mientras apartaba bruscamente su mano, aún no olvido todo lo que me lastimó.

—¿Qué te pareció ella?

—Bueno, es amable y hermosa —el parecía atento a mis palabras y yo solo quería irme a descansar un rato, de alguna forma mi cuerpo se siente cansado. No debo preocuparme demasiado, estoy embarazada después de todo.

—Sí, podríamos decir que si —el parecía decepcionado por mi rechazo y la verdad es que las cosas estaban mejor de esa forma. Haré las cosas diferentes, no quiero tener el mismo final que tuve antes. Esta vez lograré ser feliz, querida y exitosa.

—Deberías ir a descansar, no te levantes hasta que te hayas recuperado —dijo de repente y dicho eso se fue dejándome sola en el jardín.

Me quedé observando el cielo azul por un rato, recordando todo lo que había ocurrido en mi vida anterior y algo en mi corazón comenzó a rebosar de felicidad. Nunca me había sentido tan feliz de volver a ser aquella esclava, al menos ahora tengo una oportunidad, solo tengo que pensar bien mis movimientos y aprovechar todo el tiempo que tengo. Puedo tener otro final, solo tengo que tomar las decisiones correctas y aliarme con las personas adecuadas. No debo rendirme, aún puedo seguir peleando por mi misma.

 No debo rendirme, aún puedo seguir peleando por mi misma

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Retornemos la historiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora