Compañeros y vecinos #1 🔥 HP34

3. Solo tienes que tocar mi puerta

Los días fueron sumando hasta convertirse en semanas y cada día también sumaban mis ganas por Jungkook.

» Un fin de semana, después de un juego, que, por supuesto ganamos, yo estaba llegando a mi casa, y Jungkook también; pero yo iba solo, en cambio él no. Él iba con algunas copas de más, y acompañado de una chica muy linda. Nos saludamos —ya nos habíamos vuelto cercanos. Él tenía muchos arranques cariñosos, pero, lamentablemente no sólo conmigo, era así con todos en el equipo, especialmente con Jin, bueno difícil no serlo con él, es adorable— y cada uno entró a su vivienda.

Tomé una cerveza del refri y presté especial atención a cualquier sonido, pero no se oía nada en particular. Pasados unos quince minutos, empezaron a oírse unos gritos. Dejé mi cerveza en el sillón y me acerqué a la puerta; la abrí, iba a salir a ver qué ocurría, pero me quedé viendo por una rendija, cuando la chica que acompañaba a Jungkook pasó gritando muy enojada, mientras abrochaba su pantalón. Jungkook venía detrás, pero sin intensión de detenerla, al contrario, le gritó un "vete a la mierda", se volvió a su puerta, la cerró y regresó sobre sus pasos, dirigiéndose a la mía.

¡Puta madre! —Grité para mis adentros— ¿Pensará que lo estaba espiando? Bueno en realidad lo hacía, pero él no debía saber eso.

De un salto, aterricé en el sillón y tomé la cerveza, la destapé y empecé a beber de ella, justo en el momento que Jungkook hacía su ingreso, sin tocar.

¡Mierda! Seguro se dio cuenta.

Lo miré con cara sorprendida y cuando iba a abrir la boca para disculparme, él se me adelantó.

—Quería pedirte perdón por los gritos. Ya es tarde.

—¿Todo está bien?

—Sí... Bueno... —Dudó.

—¿Realmente estás bien? —insistí, tratando de que no se notara lo nervioso que estaba.

—Sí, pero esa chica está loca. Me dejó muy enojado.

—¿Quieres tomar algo?

—Sí. Una cerveza me vendría muy bien. —Se sentó en el sillón, fui por su cerveza y a medida que tomaba, íbamos platicando de todo un poco. Cuando ya iba por la quinta cerveza y él por la tercera, me contó por fin lo que había sucedido con la chica—. Hace tiempo se me venía insinuando y hoy la invité porque tenía muchas ganas de descargar lo que tenía de la última semana. —sí, tuvimos entrenamiento y presentamos exámenes toda la semana, por lo cual, no vi desfilar chicas, por su habitación, como de costumbre— además venía haciendo sexting conmigo. Sus fotos y videos cada vez más calientes. Pero hoy, cuando estábamos en la cama, no quiso chupármela y mucho menos entregarme su culo. —Casi escupí mi cerveza—
Eso me puso de mal humor, discutimos y se fue enojada.

—Mmmm. Qué mal ¿las chicas son así de histéricas?

—Sí, lo... —Oh oh. Por Dios, ahí viene— espera ¿qué?

—Pensé que lo habías notado. —Suspiré, sin quitarle la mirada de encima— Soy gay.

—Ohh, vaya, no me lo habría imaginado. Pero...

—¿Te molesta?

—No. Claro que no. Estoy enojado, pero no contigo, con ella, porque soy un tipo que no puede iniciar el sexo sin recibir una buena mamada y terminarlo con mi polla enterrada en un suculento culo.

Culpé a las cervezas, por lo que mi boca escupió sin pensar.

—Cuando alguna chica te deje con ganas de una mamada o tengas ganas de un culo, solo tienes que tocar mi puerta y con gusto yo lo haré.

Santo Cristo... Lo había dicho.

𝕰𝖛𝖎𝖎 𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ