Compañeros y vecinos #1 🔥 HP34

4. Un simple monigote

Después de que mi boca escupiera aquellas palabras, Jungkook me miró con los ojos muy abiertos y su hermosa piel bronceada se puso pálida.

—Ya debo irme, mañana saldré a correr temprano. Adiós —Dijo después de pararse y ya casi en la puerta.

Me quedé allí, sentado, sin poder creer lo que había dicho. ¿Por qué diablos lo hice? Con mucho coraje, me levanté y me fui a la cama, completamente avergonzado.

¿Cómo lo vería después de lo ocurrido?

Por más que intenté, no pude dormir.

» A la mañana siguiente, después de haber dado incontables vueltas en la cama, me levanté, me duché y cuando me dirigía a preparar algo para desayunar, golpearon la puerta.

—¿Lo que dijiste anoche era cierto? —Al nada más abrir, Jungkook, muy transpirado, después de aparentemente correr, me preguntó y con toda la seriedad del mundo, yo le respondí:

—Sí, por supuesto.

—Genial, porque estoy muy excitado en este momento ¿podemos intentarlo? —¿En verdad él me estaba pidiendo que le mamara la polla y le entregara mi culito?

Sí claro.

Realmente lo quería.

—Con mucho gusto... —Yo lo deseaba. Mi yo interno, daba brincos de alegría.

—Pero queda entre nosotros ¿verdad? Porque yo no soy gay... digo, bueno yo nunca...

—Nunca te cogiste un hombre. Entiendo. Solo lo sabremos tú y yo. —Pero después de esto, muy hetero no vas a ser...

—Okey. Bien, iré a bañarme y en seguida vuelvo.

—¡No! —¿Habré sonado desesperado?— estás bien así.

Él se miró la camiseta sin mangas que llevaba y antes de que dudara más, lo agarré de la mano y lo jalé al interior de mi casa. Jungkook se sentó en el sillón y me acercó a él, haciendo que quedara a horcajadas sobre sus piernas, luego, me besó. Sí, me beso, eso... wow.

Sentía como emanaba su olor a transpiración, mezclado con el perfume que, aparentemente se había puesto ¿o acaso era su olor natural? qué diablos importaba eso, yo estaba jadeando y eso le excitaba muchísimo al parecer.

Le saqué la camiseta húmeda y comencé a besar y lamer su cuello, su piel era suave, su sabor algo salado, pero caliente, muy caliente. Él acariciaba mis nalgas por encima del pijama, que llevaba puesto
Comencé a lamer el lóbulo de su oreja y él hizo un ruidito, mientras se estremecía.
Continué bajando hasta llegar al short, olí un poco por arriba y seguí hasta sus enormes pies, le quité las zapatillas, las medias, retiré el short y oh sorpresa, él estaba usando una maravillosa tanga.

¡Jesús, iba a morir! Jungkook gemía un poco. Lo disfrutaba. Volví a su bulto, que se estaba levantando más, haciendo que el elástico de la tanga se separara de su piel, la bajé con mis dientes y a la vista saltó su enorme polla, la xxx-L de las pollas. Dios, era monstruosa, por un momento me asusté. Me lo pensé un segundo, pero terminé por quitarle la prenda.

Estaba atónito al ver ese monstruo de carne peluda. O sea, decir que podía medirle 25 cm, era poco a mi parecer. Además de larga era gruesa, y justo en ese instante estaba tan tiesa como un fierro.

—Espera... —me detuvo intempestivamente.

Lo miré desde mi posición, abriendo mucho los ojos. Se puso de pie y prácticamente me arrastró hasta el baño. Abrió la ducha y se metió, no se bañó, pero se refrescó, quitándose de esta manera el sudor. Se acercó a mí, que lo veía desde un costado, me tomó los hombros y presionó un poco, indicándome que me pusiera de rodillas. Ni corto, ni perezoso, lo hice. Jungkook olía delicioso, para mí, estuviera o no, bañado. Estuviera o no, oliendo a sudor.

Ya de rodillas frente a su polla —que ni siquiera por la frialdad del agua, se había bajado— abrí grande la boca y me la engullí. No entró completa, pero instantáneamente, empecé a saborearla. La mamé lo mejor que pude, haciendo garganta profunda, con movimientos de vaivén, metiendo y sacando repetidamente, sin poder evitar las arcadas, pero disfrutando y queriendo que entrara cada vez más, excitándome cada segundo con el pensamiento y el anticipo de saber que después esa polla se enterraría en mi culo.

Jungkook no dejaba de gemir.

—Que rico la mamas... ahhh... Sigue así... Jamás una mujer me ha mamado tan rico la polla. —No pude evitar una nueva arcada, cuando tomó mi cabeza y él mismo empezó a empujarse dentro de mi boca, follándomela. Sentía mi cara arder, pero me entusiasmaba, sabiendo que entraba cada vez más, no importaba la sensación de estar casi ahogándome ni quedar muy rojo. Valía totalmente la pena, cuando lo escuchaba gemir más fuerte, más ronco y pronunciando mí nombre—. Jimin... ahhh adoro tu boca.

Sus gemidos de placer me estaban enloqueciendo. Su pene era delicioso, y estaba disfrutando mucho tenerlo en la boca, pero el mío también estaba necesitando atención, claro que Jungkook no quería precisamente que yo atendiera mi propia erección, porque cuando quise cogerla, él salió de mi boca e hizo que me pusiera de pie.

Con un hábil movimiento retiró mi ropa, salió de la regadera y me inclinó contra la encimera. A través del espejo, vi cómo se inclinó, perdiéndose de mi vista, y escupió mi entrada. Sin demora empezó a lamer mi culo, lo hacía con violencia, como si estuviera desesperado y nunca hubiera cogido, yo gemía cual puta de video porno, mi voz salía chillona, se me estremecía el cuerpo y las piernas se me aflojaban del placer.

Luego de unos minutos mamándome el culo y amasando mis nalgas, me puso de pie contra la pared y me anunció que la metería.

—Si... hazlo. —mi voz salió casi en un susurro, mientras intentaba prepararme para lo que seguía a continuación.

Quizá fue un tanto irresponsable, en ese momento, no pedirle que usara condón, menos sabiendo lo extremadamente activo que era Jungkook, pero en mi defensa, debo decir, que mis neuronas habían muerto debido a la excitación y la calentura que me recorría completo el cuerpo, mientras él me tocaba.

Era un simple monigote, uno que se deshacía entre sus brazos, gimiendo mientras era transportado a otra galaxia. 

𝕰𝖛𝖎𝖎 𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ