Capítulo Once

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Cuando Whis regreso al palacio de Bills se topo con este en la terraza donde lo esperaba con un café en mano que bebía lentamente.

—¿A donde fuiste?

—No tengo ánimos para hablar señor Bills–le dijo Whis pasando por su costado.

—Whis...

—Ahora no señor Bills. No es el momento.

Y con esas palabras Whis se retiró a su habitación dejando a un Bills confundido.

En el universo 8 Korn estaría en el jardín del palacio de liquir tomando un té cuando su báculo emitió un sonido anunciando una llamada.

—Hola...tienes tiempo para hablar–dijo la otra persona del otro lado.

—Eso depende como veras estoy tomando un té que Whis me obsequio–contestó Korn dando otro bocado a la taza–y esta delicioso.

—Es urgente por favor–le pidió la otra persona. Su voz decaída y apagada le advirtió a Korn de que se trataba algo serió.

—Voy para allá.

Korn dejo la taza a un lado y golpeando su báculo al suelo fue en esa persona. En el palacio de la gran sacerdotista ella se encontraría caminando de un lado a otro frente a la atenta mirada de Mesut.

—Tranquilicese madre por favor–le pidió Mesut. Ella se detuvo a verlo y moviendo levemente su mano una puerta apareció dónde pretendía ingresar pero la mano de Mesut en su hombro la detuvo y las palabras siguientes dichas por el la quebró por dentro.

“Para con esto madre
Yo no quiero seguir
Y menos tú lo quieres”

—Mesut...

—Madre por favor

Esa ceremonia era algo especial en todo los largos eones de años. Se trataba de la celebridad más grande que hubo antes el joven sacerdote había contraído matrimonió con una bella ángel de una escala menor que él.

—Te notó nerviosa querida–dijo el joven sacerdote.

—Dai como no voy a estarlo si me voy a unir en matrimonio a ti ahora que eres el nuevo sacerdote y yo una simple aprendiz de mi maestro.

—Querida mi puesto no es relevante, lo que importa es nuestra unión y ese sentimiento mutuo que ambos compartimos–dijo acariciando la mejilla de ella y luego añadió–y los futuros prolen que tendremos que vendrán adelante.

—hijos tuyos y mios?

—Así es querida...

—Pues ya quiero tener uno en mis brazos–diria sonriendo de alegría–y sera igual a ti Dai y se llamara Mesut.

—Paciencia querida que aún no nos hemos casado–le sonrió levemente Daishinkan.

Ambos tomados de la mano y un ángel de una escala mayor les corto un pequeño mechón de cabello a ambos y los guardó en una pequeña caja de un ángel, luego con las bendiciones de los grandes reyes del todo y del antiguo sacerdote se congrego esa unión. Y ese momento nunca llegó, ninguno de sus hijos se llamo así, y a ninguno de ellos pudo ver. Aislada en una celda y presa observaba en un orbe a sus hijos, hijos que alguna vez ella quería verlos y tenerlos en sus brazos pero esa mirada de rabia que tenía en sus ojos y ver a esa persona frente a ella sin poder hacer nada por los grilletes en sus muñecas.

—Querida...

—Te odio Daishinkan...te odió.... TE ODIO!!! TE OÍDO!!!!–le grito.

—Es por tu bien querida pronto te mejoraras y todo sera como antes–le dijo para después salir de esa dimensión donde nunca más ingreso y donde nunca más se supo algo de ella.

—Madre...Madre...

La llamo Mesut y ella se soltó de él.

—Daishinkma debe pagar por lo que me hizo, él es el responsable de todo mi sufrimiento–señaló ella.

—Madre...

—Lo siento Mesut.

Ella ingresó por la puerta y dejo a un Mesut callado luego invoco su báculo y golpeando el suelo fue al universo 7 al palacio de Bills y a la habitación de Whis.

Cuando llego lo vio en el balcón.

—Tú... 

Whis no oculto su sorpresa de ver ahí a Mesut.

—Sere breve explicándote lo que esta pasando–indicó viendo a Whis–se trata de Daishinkan y necesitó tu ayuda para salvarlo de la gran sacerdotista.

—No ocultes más tu identidad Mesut se que somos hermanos–sentenció Whis viéndolo seriamente.

—Lo sabes entonces me ayudaras.

—No lo haré Mesut...

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⏰ Última actualización: Jul 10 ⏰

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