Capítulo Dos

324 24 2
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Un cielo gris se extiende sobre el cementerio, cubriendo el lugar en una atmósfera de melancolía. Park Jisung, un joven estudiante de Contaduría, se encuentra de pie frente a la tumba de la madre de su querido superior.

Ver su espalda en esa posición le recuerda con exactitud tan vivido día que nunca se irá de su memoria.

Kun actualmente está sentado en el mismo lugar y en la misma posición. En su memoria aún está el recuerdo de las emociones desbordadas, impregnadas en cada gota de lluvia que caían sobre él.

Victoria Song murió en un día lluvioso y frío de otoño. Y hoy es otoño, hace frío y pronto parece llover.

Jisung sostiene entre sus manos un ramo de rosas blancas, como una ofrenda silenciosa a la memoria de la mujer que se llevó consigo lo más valioso en la vida de Kun.

Puede imaginar la frialdad que Qian debe estar sintiendo en la tierra a través de sus rodillas. Su corazón siente tristeza, recordando lo efímera que es la vida, como todo puede desvanecerse en un abrir y cerrar de ojos.

Ese momento hace tres años, el como el sonido de la lluvia que golpeaba la lápida recién enterrada se mezclaba con los sollozos ahogados de Kun, formando una melodía desgarradora que parecía reflejar la tristeza del universo. La vida humana se revela, en todo su esplendor y fragilidad, como un frágil hilo que puede romperse en cualquier momento.

Las palabras fluyen en su mente, pensamientos incontrolables sobre el tiempo perdido, las oportunidades desvanecidas y los seres queridos que se han ido demasiado pronto. La crueldad de la realidad le golpea como un puñal en el corazón.

Kun se había aferrado a la fría lápida en su momento, como si quisiera aferrar la vida misma que se escapaba entre sus dedos. Lloraba en silencio, sus lágrimas y la lluvia confundiéndose en una triste sinfonía de pérdida y añoranza. La lluvia seguía cayendo incansablemente, lavando el dolor y las heridas abiertas. Mientras permanecía allí, en ese lugar sagrado. Su hermano mayor Jaehyun era quien md sostenía un paraguas y su lindo novio entre llanto le pedía que se calmara. Desgarrador, así había sido ese día de otoño hace tres años.

La vida es un regalo efímero, delicado como una gota de lluvia en la palma de su mano. Todo puede desvanecerse en un instante, pero también puede dejar una huella imborrable en el corazón de quienes quedan. Y aunque todo se vaya y se pierda de manera tan abrupta, las memorias y los lazos amorosos permanecen como un faro de esperanza en la oscuridad.

La escena y los recuerdos de Jisung desaparecen, aún sosteniendo el ramo de flores entre sus manos.

Winwin llegó a ellos vistiendo una chaqueta gruesa larga hasta las rodillas, sintiendo frío. Su nariz rojiza y sus labios rositas. Mira al silencioso Qian quien ya no lloraba, había dejado de hacerlo tiempo atrás.

Temblando del frío se detuvo justo a su lado con sus manos ocultas debajo de su saco.

—Era una llamada de Ten, parece que se había peleado con Johnny porque volvió a casa con el carrito de bebé sin el bebé. Lo olvidó en en los juegos de McDonald's pero todo salió bien, lo encontraron —rió bajo por lo último al explicar la razón por la que lo dejó solo por algunos minutos y se alejó al teléfono. —Aunque Ten no se lo dejará ir fácilmente.

Ese Alfa Es Mío - Nomin & ChensungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora