Capítulo Diez

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—¿No te parece que esto es hermoso? —Chenle chilla del otro lado de la línea, una mano toma su celular y con la restante sostiene un bolso de la última línea de Chanel. Muestra con orgullo y emoción a su chico.

Jisung se encuentra sentado en la banca del gran campus de la Universidad. Se pueden ver a algunos jugando en la lejana grada, otros caminando y algunos sentados en la pradera. Un día soleado y bonito, y más aún que recibió una vídeo llamada de su novio del extranjero.

—Tu eres el hermoso —soltó con completa honestidad. No hay nada más bello que su alma gemela, no importa qué clase de joya preciosa le mostrasen o qué actor esté frente suyo, seguirá diciendo una y otra vez que su novio es el más precioso ante sus ojos.

Chenle lo mira y sonríe grandemente con orgullo —Lo sé, lo sé —se hace el modesto y delicado, aunque por dentro su corazón latió de forma descontrolada por el halago de su novio. Aunque no le guste demostrarlo, en realidad a veces si necesita esta clase de palabras para seguir creyendo ese hecho.

En eso, recuerda algo sumamente importante y deja la cartera en el gran estante de su armario, lleno de múltiples modelos de bolsos. —Jisunggie, hay algo que vi que debemos hacer.

Al escucharlo y mirar como aquellos ojos brillaron, supo que debe estar tramando algo como siempre. Se acomodó echando su espalda contra el respaldo del banco. —Dime.

—Tener sexo por vídeo llamada.

Una vez el rubio pronunció aquella oración, el azabache abrió los ojos como platos estupefacto, creyendo que se ahogaría con su propia saliva y lo peor fue ver como unos estudiantes que rondaban cerca lo escucharon. ¡Lo oyeron!

Sus mejillas y orejas se ruborizaron a mil, y sin saber qué hacer le colgó de inmediato.

Tomó su bolso y se levantó para caminar apresurado muerto de la vergüenza. ¿Cómo puede ser tan desvergonzado? Chenle realmente es un caso y a parte.

De pronto, su celular vuelve a sonar. Es claro que es su novio. Contesta y deja el teléfono en su oreja.

—¿Si quiera te escuchas? ¿Acaso estás loco? —le regañó entre susurros temiendo que alguien lo escuchase —Estás loco, realmente loco, Chenle.

—Si, loco por ti —contestó sin pena —¿Qué? ¿No quieres hacerlo? ¿No me necesitas? Porque yo te necesito.

Claro que lo necesita, lleva casi un mes afuera y su lobo lo ansia cada noche, anhelando sentir su cuerpo y calor para unirse de nuevo en uno solo.

—Si pero así no. ¿Qué te pasa? ¿Se te drogó el cerebro? ¿Qué te metieron en la cabeza esos estúpidos franceses?

—Al menos me han metido algo en este mes, te has quedado atrás —contesta en un claro tono sugerente. —Bueno, si prefieres en presencial en vez de virtual ¿Debería comprar un boleto para ir este fin de semana a Corea?

Ese Alfa Es Mío - Nomin & ChensungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora