Capítulo Once

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—Puta madre —exclamó sin poder controlar su boca el pelirosa. Sostiene el celular entre sus manos, tecleando mientras el psicólogo termina de escribir algunos papeles en su escritorio. Rápidamente se cubrió la boca y con mirada culposa la dirige con temor al mayor.

Jeno se encuentra viéndolo con una ceja arqueada y media sonrisa. —¿Puedes tener una boca tan sucia siendo idol? —cuestionó en un toque humorístico.

Nana se sonroja notablemente avergonzado. ¿Por qué de todos los días el mundo eligió joderlo justo el día en frente de su crush?

—Tengo una razón muy justificable, uso esta expresión en sentido de sorpresa —se defendió, tragándose el orgullo y fingiendo.

—¿Ah sí? ¿Y cuál es?

Jaemin mira nuevamente la pantalla de su celular sintiendo una mala sensación en su corazón. —Creo que mi mejor amigo está en problemas.

—¿El joven Zhong? —la pregunta le salió tan naturalmente y es que lo soltó sin pensar.

—¿Cómo lo sabe?

Ante ello, Lee carraspea y desvía la mirada —Todos lo saben.

¿Debería ilusionarse? Se preguntó Jung sin poder evitarlo.

Sonríe radiantemente, mostrando de manera poco discreta su ilusión.

—¿Usted tiene pareja? —decidió atacar directo. Quien no arriesga no gana.

—No.

—¿Le gusta alguien? —lo mira fijamente, esperando que le responda de manera paciente mientras lo ve tecleando en la computadora. No entiende mucho lo que hace, pero se ve sexy haciéndolo. Tan lindo y atractivo. Su mandíbula marcada producto del ejercicio, su cuello delgado y tristemente sus clavículas que imagina sensuales cubiertas por la ropa. La bata blanca de doctor le luce tan bien que lo vuelve loco. Sus sentidos siempre se entorpecen junto al mayor, hace cosas que nunca ha hecho. Es su culpa por ser tan bello e irresistible.

Jeno desvía la mira de la computadora para volver a posarla en el menor. Un silencio y tensión extraño se formó en el aire, como si su mirada transmitiese todo lo que las palabras no—Si, me gusta —fue tan vago que no es  específico, en un tono de voz bajo y suave.

El aroma a té dulce y lluvia amena se cierne en el aire, mezclándose con un delicioso durazno jugoso de primavera. Un sentimiento que llenó de felicidad a sus lobos.

Jaemin estuvo tentado a preguntarle si realmente esta alucinando o es que de verdad le está coqueteando. Pero no fue capaz. Tal vez el miedo al rechazo fue más fuerte, además, es idol.

No debería hacer esto pero es tarde, cayó sin vuelta atrás.

—Vamos, te llevaré a casa.

Asintió ante las palabras del mayor, aquellas que rompieron el ambiente por completo.

Ese Alfa Es Mío - Nomin & ChensungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora