Capítulo 3

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Estoy sentado en el sofá viendo la tele cuando escucho como se abre la puerta de la entrada, yo miro hacia la puerta y veo entrar a Gavi, que rápidamente cierra la puerta y mira a su alrededor hasta posar su mirada sobre mí. Sonríe de forma pícara y viene medio corriendo hacia mí.

-Ya estoy aquí- se sienta a mi lado y me sonríe de lado- Cuéntame tus problemas, pepito.

-Eres un puto cotilla eh- sonrío y me giro hacia él- Puess... a ver es una tontería, pero he conocido a una chica.

-Uyy, ¿una chica, eh?- se ríe- ¿Y qué pasa con ella?

-Pues...no sé, no pasó nada, pero digamos que...me llamó la atención- Gavi enarca una ceja.

-¿Llamar la atención en que sentido?

-Joder, en que sentido va a ser Gavi- levanta los hombros- Pues que me pareció muy mona.

-¿Y hablaste con ella o algo?

-Bueno, un poco- me mira raro.

-¿Pasó algo con ella?

-Algo sí, pero no muy bueno, la verdad.

-¿Qué hiciste?- suspiro.

-A ver, la chica estaba haciendo fotos, y pues la asusté y...se le cayó la cámara al suelo y se rompió- Gavi me mira con los ojos abiertos y empieza a descojonarse.

-Joder tío- sigue riéndose.

-No te rías, me sentí muy mal.

-Normal, vaya forma más rara de ligar- sigue riéndose.

-Pues mejor que la tuya que te lias con tías con novio.

Gavi se pone serio de golpe y me mira.

-Eh eh, que yo no lo sabía, no es mi culpa- me señala con un dedo.

-Ya, claro- sonrío de lado y él me da un golpe en el brazo.

-¿Y no pasó nada más con ella?

-Pues no, se le cayó la cámara y me acerqué a ella para pedirle perdón y le di mi número para que me llame cuando quiera que le dé dinero por la cámara.

-Entonces, ¿tiene tú número?- yo asiento con la cabeza.

-Bueno pues ya está, cuando te llame aprovechas para meter fichita- sonrío un poco.

-A lo mejor ni me llama- me cruzo de brazos.

-No lo creo, le rompiste una cámara de fotos, esas cosas son caras.

-Y tú qué sabrás, rompeparejas- me río.

Gavi se pica y empezamos una mini discusión que termina cuando de repente digo que tengo hambre y él me responde levantándose y yendo hacia la cocina.

Yo también me levanto y voy detrás de él.

Cenamos algo los dos juntos mientras vemos la tele y hablamos un poco. Cuando terminamos volvemos al salón para ver una película, la cuál no vemos porque no tardamos mucho en quedarnos dormidos.

Abro los ojos lentamente cuando escucho la dichosa alarma de todos los días. Miro el reloj, las 7:30. Dios, que pereza.

Agarro el móvil y me paso unos 15 minutillos remoloneando en la cama hasta que escucho a Gavi en la cocina y me levanto rápidamente para que luego no me diga que me levanté tardísimo.

Entro en la cocina y le veo sentado en su silla habitual con el pelo todo revuelto y una cara de querer morirse ahí mismo.

-Buenos días- me río cuando me mira- Que buena cara.

-Eso es porque no has visto la tuya- ahora es él quien se ríe.

-Habrá que desayunar, que luego llegamos tarde y Xavi nos pega.

-Pues venga hazlo- le miro con mala cara.

-¿Y por qué yo?

-Pues porque la ultima vez que lo hice yo casi rompo la encimera y quemo la tostadora, ¿seguro que quieres que lo haga yo?

-Mejor lo hago yo, tú ve a ducharte que luego tardas tres horas.

-Pues como tú- se levanta de la silla y sale de la cocina antes de que pueda tirarle la tostadora a la cabeza.

Tenemos una amistad muy profunda y cariñosa.

Comienzo a hacer el desayuno mientras escucho el sonido de la ducha, unos 5 minutos más tarde ya tengo cuatro tostadas de siempre preparadas y las coloco sobre la mesa, hago lo mismo con un el zumo y el café.

-Va Gavi, acaba ya que esto ya esta- le pego un chillido a ver si me escucha, el cual me responde con otro chillido diciendo que ya viene.

Me siento en mi silla y empiezo a comerme mis tostadas mientras miro mi móvil, no suelo usar mucho las redes sociales debido a la cantidad indecente de gente que me habla al día. Estoy muy agradecido, pero a veces es un tanto agobiante.

Me sigo comiendo mis tostadas tranquilamente hasta que noto como me  empieza a vibrar el móvil en la mano, y veo como me entra una llamada.

Es un número que no tengo agendado, cosa que me acelera el pecho. ¿Y si es ella?

Suelto el móvil sobre la mesa y empiezo a hacer cosas muy raras.

-Gavi- le pego un chillido que creo que podrían haber escuchado desde Barcelona y él responde con un "¿que pasa?" medio preocupado- Corre, ven.

Escucho sus pasos corriendo por el pasillo hasta la cocina.

-¿Qué? ¿Estás bien?- me mira preocupado.

-No- le señalo el móvil con la cabeza, él lo mira y luego me mira confuso- ¿Y si es ella?

Veo como se le ilumina la bombillita de repente y me da el móvil.

-Coge, rápido.

-¿Seguro?- le preguntó y él me pone mala cara.

-Contéstale de una vez que va a colgar- asiento con la cabeza y rápidamente agarró el móvil de la mesa y me lo llevo a la oreja mientras contesto.

-¿Si?- noto como me medio tiembla la voz y Gavi suelta una risita.

-Hola, soy la chica de la cámara, no sé si te acuerdas de mí...

Sigue hablando pero yo estoy demasiado ocupado haciendo el baile de la victoria en mi cerebro y pegándole a Gavi en el hombro para que sepa que sí que es ella.

-¿Hola? ¿Estás ahí?- vuelvo a la llamada al escucharla.

-Si si, me acuerdo. Dime.

Me dice que cuando quedamos para darle el dinero de la cámara y algunas cosas más pero, estoy demasiado ocupado agradeciendo a todos los dioses que hay que me llame.

No tardamos en concretar los detalles para vernos para luego colgar.

-Bien Pedrito bien, así sí- me da unas palmaditas en la espalda con una sonrisa que no desaparece de mi cara durante toda la mañana.







Hoola, ¿cmo estáis? Espero que no muy enfadados conmigo por tardar un século y medio en volver a publicar, pero empecé el instituto y entré en un bloqueo, incluso me planteé el seguir con esta historia pero algunos comentarios hicieron que volviera a escribirla.

Espero que os guste. 💙♥️
































Imagen de amor || Pedri GonzálezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora