Capítulo 5

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-Es que eres tonto, hermano- agacho la cabeza como si fuera un niño pequeño regañado cuando mi mejor amigo me recuerda lo idiota que soy- Lo tenías hecho.

-No me digas- le miro- Soy consciente de que soy imbécil, gracias por tu ayuda.

Gavi se me queda mirando, y por primera vez desde que le he contado lo sucedido con Gala esta tarde me mira con pena.

-¿Sabes que?- me pone las manos sobre los hombros- Cámbiate, nos vamos.

-¿A dónde?- le miro confuso, ¿qué dice ahora?

-Pues a dar una vuelta, que nunca salimos por ahí los dos solos- le miro con una ceja enarcada.

-De hecho si lo hacemos, pero normalmente me dejas tirado por alguna tía.

-Eso es mentira- abro los ojos- Bueno, puede que no, pero siempre te dejo con alguien.

-Oh si, quedarme con un tío al que acabo de conocer es una gran compañía- lo miro mal.

-Bueno, pero eso esta noche no va a pasar- me aprieta los hombros- Vamos a salir los dos, y nada de tías, te lo juro. Esta noche soy todo tuyo.

-Parece que nos vamos a acostar- digo riéndome.

-Bueno poco a poco, primero invitame a un café.

Ambos nos reímos.

-¿Qué te parece?- me mira subiendo y bajando las cejas, él y yo sabemos que ya me ha convencido hace un rato.

-Me parece bien, pero nada de tías- le tiendo una mano para estrecharla junto a la suya en una especie de pacto.

-Nada de tías- estrecha su mano con la mía.

Después de eso cada uno se mete en su habitación para arreglarse.

Yo me ducho, me visto, me peino y me echo mi habitual colonia.

Me miró al espejo antes de salir de mi habitación. Que bueno estoy.

Sonrío ante este pensamiento y salgo de la habitación, miro hacia la de Gavi y veo que aún tiene la puerta cerrada.

Cómo no, el tardón.

Me acerco a la puerta y le peto.

-Yo ya estoy, ¿te falta mucho?- escucho un "enseguida salgo" desde dentro.

Eso en lenguaje de Pablo es un "espérame sentado que voy a tardar media hora".

Así que bajo al primer piso y me siento en el sofá a esperar.

10 minutos. 15 minutos. 25 minutos.

-¡Pablo!- pego un grito desde el sofá- ¡Cómo no salgas ahora mismo de es habitación voy a subir y te voy a...

-Ya estoy- sale peinándose el pelo justo antes de que me pusiera a amenazar a toda su familia- ¿Nos vamos?

-Encima con prisas- me levanto del sofá y camino hacia la puerta- Conduces tú, por tardón- le tiro las llaves.

-Joder, conduce tú anda, que no me apetece- me las tira de vuelta.

-Bueno, pero vamos en tu coche.

Rueda los ojos pero no dice nada.

Salimos de casa y vamos hacia el coche, nos subimos y conducimos hasta una discoteca a la que solemos ir casi siempre, es bastante discreta y no suele haber mucha gente. Perfecta para pasar desapercibido.

Aparco en el parking y rápidamente bajamos.

-Joder, que frío- digo al bajar del coche.

-No te quejes tanto anda, que acabamos de llegar.

Imagen de amor || Pedri GonzálezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora