Abrí los ojos y me encontré con la mirada de John, cuya expresión reflejaba tranquilidad.
-Creo que es hora de enfrentar el día-mencionó John, liberando el abrazo con gentileza.
Nos levantamos del sofá, mientras el hacia el desayuno me dijo que me podia ir a duchar y que cojiese lo que quisiese de su armario.
Agradecida por su hospitalidad, me dirigí al baño y disfruté de una ducha reconfortante. Al salir, me dirigí al armario de John, batallé para encontrar algo que me quedara bien. Finalmente conseguí una de sus camisas y como no encontraba ningún pantalón me puse el mio.
Mientras me vestía, reflexionaba sobre la extraña pero cálida conexión que había surgido entre nosotros desde que nos conocimos.
Bajé a la cocina, donde John ya había preparado un delicioso desayuno. Mientras compartíamos la comida, estuvimos charlando un rato. Aunque la situación era inusual, me sentía agradecida por la amabilidad de John.
Le mencioné a John que debía ir a la cafetería para trabajar, me prestó uno de sus abrigos y amablemente decidió acompañarme. Nos dirigimos juntos hacia el lugar, disfrutando de la agradable compañía en el camino. Durante el trayecto, conversamos sobre diversos temas, lo que hizo que el paseo fuera aún más agradable.
Al llegar a la cafetería, le agradecí el haberme acompañado dándole un abrazo de despedida.
Mientras me ponía el delantal y comenzaba a atender a los clientes, la dualidad de la vida cotidiana y las experiencias sobrenaturales seguía resonando en mi mente. La charla amena con John durante el paseo había dejado un rastro de calidez en mi día, pero también recordaba las visiones que solía tener y la sensación de lo inexplicable que me rodeaba.
El día continuó con la rutina habitual aunque me encontré varias veces pensando en Constantine, había empezado a desarrollar sentimientos por el
Cuando el día acabo, me dispuse a volver a mi casa cuando de repente escuché un grito familiar en un callejón me alertó, corriendo fui a donde provenían esos gritos.
Al llegar al callejón, presencié una escena aterradora: un demonio atacaba a Constantine, dejándolo gravemente herido. Sin dudarlo, corrí hacia ellos, sintiendo la urgencia de ayudar a mi amigo en apuros.
Con determinación, busqué alguna manera de enfrentar al demonio y proteger a Constantine. Mis pensamientos se aceleraron mientras evaluaba las opciones para detener esa amenaza sobrenatural. En medio de la tensión, intenté recordar alguna enseñanza o habilidad que pudiera ser útil en ese momento.
Afortunadamente, el demonio optó por retirarse sin intentar luchar. Con alivio, observé cómo desaparecía entre las sombras, llevándose consigo la oscura amenaza que había traído al callejón. Corrí hacia John para encontrarme una escena desgarradora sus heridas eran peor de lo que me había imaginado.
Me tocó la mejilla provocando que lo mirase
-no te preocupes Anna, estaré bien-me dijo con las pocas fuerzas que le quedaban- solo hazme un favor
-lo que quieras- dije yo entre lágrimas
-Me puedes encender un cigarrillo??
Me negué rotundamente
-solo si sales de esta te lo dejaré fumar- dije yo
-si salgo de esta te invito a cenar- dijo con una expresión divertida
A pesar de la gravedad del momento, una sonrisa se asomó en mi rostro ante su comentario.
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Constantine Entre dimensiones
FanfictionDesde pequeña, he tenido el don de ver cosas, seres que yo no debería ver, que los demás no ven. Mi mundo está entrelazado con dimensiones que escapan a la percepción común. Los ángeles y demonios se manifiestan ante mis ojos, revelándome una realid...