HEAVENLY━━━ "Because this is where I want to be
Where it's so sweet and heavenly"
Andromeda Koen siempre supo que había algo raro con ella, es decir, veía cosas que los demás no y podía 𝘴𝘦𝘯𝘵𝘪𝘳 lo que los demás no.
Y todo toma sentido cuando d...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
LA NOCHE LLEGÓ Y COMO ERA COSTUMBRE SE ENCONTRABA MIRANDO el cielo, sola. Le gustaba hacerlo, la vista del paisaje despejado y la tranquilidad que le trasmitía la noche no tenía precio.
Era un hábito que tenía antes de irse a dormir.
Sentir la soledad, sentir que no había nadie más que ella y solo ella y sus sentimientos, no tener que sentir más allá de ella, era bastante reconfortante. Sobretodo si la mayoría del tiempo no sabía si eran sus sentimientos o la de los demás lo que habitaba en su cuerpo porque con su llegada al campamento su dones solo se hicieron más fuertes y…difíciles de controlar.
Cuando oyó unos pasos acercarse a ella, interrumpiendo su momento de soledad, lo primero que hizo es esconderse.
¿Que por qué? Ni ella lo supo.
Observó en silencio, a través de las hojas del arbusto en donde estaba resguardada, como el de rizos rubios encendía un pequeño fuego en una lata y colocaba algunas "ofrendas" en ella. Estaba de espaldas a ella, por lo que no la había notado, pero Andy podía sentir la melancolía emanar del rubio, cosa que se le transmitió también.
──Hola, mamá. No sé si estoy haciéndolo bien, espero que puedas escucharme.
¿Era correcto lo que estaba haciendo? se preguntó.
Claro que no.
¿Seguiría oyendo a pesar de todo?
No quería salir y que la descubriera, mucho menos tener que inventar una excusa del porqué se escondió cuando ni siquiera hizo algo malo.
Así que sí.
──Creo que solías odiar esto. Cuando el teléfono sonaba, la noche después de que me dejaras en una escuela nueva. Y te decía que la gente era mala. Que quería volver a casa.
El pecho de Andy se encogió de empatía por aquel niño. Frunció el ceño, regañando mentalmente a su corazón por ser tan gentil.
──Bueno, la buena noticia es…que esta no es esa llamada. Espero que estés sentada, pero…creo que hice amigos aquí. Verdaderos amigos. Incluso les agrado.
Bandera roja, eso se estaba tornando personal. Andy comenzó a arrastrarse a cuclillas, para alejarse del triste rubio hasta que oyó sus siguientes palabras, obligándola a detenerse.
