Capítulo 5: Deseo.

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Aquella noche no había pasado como Emma lo había planeado, ella simplemente se resguardo en su armario el resto de la noche, pensando en lo que había sucedido, ¿se había equivocado? O, ¿T/N no la quería de esa forma?

Ella suspiró, ella no podía obligarla a amarla, no podía condicionar un sentimiento que no era mutuo en ningún sentido.

Los días habían pasado, Hunter y los demás no podían decirle nada, ni siquiera se burlaron. En cambio, Jenna fue la única que fue a su resguardo: se suponía que Jenna estaría con sus padres esos días pero esa noche la sorprendió y estuvo con ella en ese armario. El resto de días fueron iguales; y ya que sus padres conocían a su amiga, no era problema que ella pasará las fiestas decembrinas con ellos.

- Emma - escuchó - ya está la cena - le avisó Jenna.

- Enseguida iré - le respondió con una mínima sonrisa que fue correspondida.

Cuando Jenna cerró la puerta de su habitación continúo con su vista fija en el cielo, aún con su mano en el pecho, habló con sinceridad:

- Por favor, a cualquier ser existente, cumple mis deseos y mis anhelos, en está nochebuena haz que ella me ame. T/N T/A amame cómo te he amado todos estos años... Por favor - deseo.

Emma suspiró al ver el cielo tal y como estaba hace unos momentos, sin rastro alguno de sus dichas. Ella supondría que una petición tan infantil no se iba a cumplir con algo así, además, no había nada que le hiciera realidad sus deseos, ni siquiera Santa Claus.

Con aquella decepción, Emma dio media vuelta, dirigida hacía esa puerta, dispuesta a fingir una irritante sonrisa a toda su familia.

Pero ella no miró aquella luz traspasar las miles de estrellas tras de sí, aquella estrella fugaz capaz de cumplir hasta sus últimos instintos.

MYERS' WISH

Esa noche nadie la llamó, nadie le mandó una carta de felices fiestas o algo semejante. Quizás lo que decía Jenna era cierto, nadie más que Emma la quería y ahora, ni siquiera ella la querría. Mucho menos sus padres que celebraban en algún lugar de México o algo así, realmente no le interesaba.

"Calienta la lasaña y no olvides cerrar puertas y ventanas. ATTE. Mamá."

- Claro, una madre abandona a su hija en Nochebuena con la excusa de trabajar en México... Cómo sí la abuela no viviera allá - murmuró mientras arrugaba aquella nota. - Creo que... No tengo hambre - se dijo a sí misma antes de abandonar la cocina.

Ella estaba mejor debajo de las sábanas, sin nadie que fuera a burlarse o hacerle ver su cruda realidad: estaba sola.

Cuando llegó a esa habitación le fue inevitable mirar esa ventana, mostrando el esplendor de la luna a su alrededor.

- Señora Luna, es tan sabia y hermosa, no comprendo como su soledad no le aqueja - musitó - diablos, estoy hablando sola, otra vez - murmuró.

Ella estaba por cerrar las persianas de la ventana pero algo captó su atención, una estrella fugaz.

- Oh, debo pedir algo, eh... ¿Qué podría pedirte? - se preguntó - quizás... - suspiró - podrías darme el valor de ir con Emma y... Qué a ella aún le guste - deseo.

Poco después cerró aquellas persianas, dejando en completa oscuridad aquella habitación. Con esa soledad, ella se arrastró hasta esconderse por completo en esas sábanas, y con un audífono en cada oído, cerró poco a poco sus ojos.

[EMMA MYERS] Myers' WishDonde viven las historias. Descúbrelo ahora