[EMMA MYERS] Myers' Wish

Capítulo 8: Confesiones.

- Uno de los grandes misterios de la humanidad es su propia existencia, todas las extrañezas que conforman nuestra raza es un completo enigma. Por lo qué un intercambio de cuerpos puede ser una realidad que el ser humano aún no considera descubrir en su totalidad; la ficción se ha encargado de representar está faceta en la pantalla grande en varias ocasiones... Algunas sugerencias qué podrían interesarte son: Jennifer Garner regresa al género del intercambio de cuerpos en la próxima comedia de Netflix, Family Switch - leyó - esto no ayuda en nada, Emma - le reprochó.

- Debe haber algo qué nos ayude... Quizás sea como esa película, eh... - mencionó - recuerdo qué esa familia tenía una clase de tiempo para lograr algo pero en sí, debían aprender una lección o algo así - recordó.

- Entonces, sí está cosa es algo por navidad o algo así, quizás el pasar más días de está manera no afectará la posibilidad de volver a ser nosotras mismas, ¿eso quieres decir? - le preguntó.

- Podría ser - contestó - pero aún nos falta una clase de pieza en el tablero - musitó.

- Es demasiado absurdo que haya que aprender una lección, ¿no lo crees? Puede que sea por algo más - río - quizás sea por alguna clase de confusión, un anhelo o algo así - mencionó.

Emma abrió sus ojos con fuerza en esos instantes. Era claro que T/N lo notó.

- Quizás haya algo más, T/N - murmuró.

T/N miró a Emma con atención; no significaba que se estaba molestado o algo semejante pero quizás, podría haber algo más que podría llegar a molestarle.

- ¿Qué hay demás, Emma? - le preguntó suavemente; ella no deseaba asustarla, para nada.

- Ayer por la noche, puede que haya deseado algo que podría haberse hecho realidad a causa de la navidad o de cualquier enigma que haya en el mundo, no lo sé - confesó.

T/N río.

- ¿Cuál es el deseo de Myers? - le preguntó con algo de burla.

Emma río por ello, ¿desde cuándo ella le llamaba por su apellido?

- Es algo ridículo, en verdad... Pero es algo qué quise, algo qué quiero aún, más no deseo que mis deseos cambien algo que no es mutuo - confesó.

T/N suspiró, creía entender que ella hacía referencia a esa confesión: quizás huir en esos momentos no sería la peor opción. Pero quizás el huir fuera lo peor que haría, a fin de cuentas, ¿ella no se había hecho trizas todas esas noches después de la fiesta?

Acaso, ¿ella no lloró de la impotencia?

Esa nochebuena con esa soledad en casa y esa absurda estrella fugaz... ¿Estrella fugaz?

- Emma - musitó al tener esa idea plasmada en la mente - ¿viste una estrella fugaz cuándo pediste ese deseo? - le preguntó.

Emma lo pensó por unos instantes, algo tan pequeño y delicado para no ser visto ante el mar de estrelladas luminosas...

- No recuerdo haber visto ninguna estrella fugaz, pedí ese deseo mientras el cielo estaba poblado de estrellas, sin rastro alguno de algo semejante - confesó.

T/N mordió su lengua.

- Entonces, tú deseo no fue el causante de esto... Fue el mío - declaró - cuándo estaba sola y sin nadie con quien pasar está fiesta navideña, mire al cielo y vi una estrella fugaz, pedí algo desdeñoso o algo semejante... Eso puede ser la causa de nuestro mal - confesó.

- Pero T/N, ¿qué clase de deseo era ese? - preguntó - porque, quizás también sea el mío... Puede que no viera la estrella fugaz pero puede que me hayan tomado la palabra sin siquiera darme cuenta - declaró.