COMUNICACION VERBAL

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Bien, hemos discutido sobre los hábitos, comprendiendo su importancia y la razón por la cual es fundamental incorporarlos en nuestras vidas. Además, les he compartido un breve relato sobre el amor propio. Si has decidido seguir el camino de los hábitos, es porque posees amor propio y la determinación para realizar cambios. Esperemos que la historia de luminalis haya sido el último impulso necesario hacia esa transformación.

Desde este punto del libro, nos sumergiremos en diversos temas, yendo y viniendo a lo largo de ellos. Ahora nos enfocaremos en la comunicación, explorando tanto sus aspectos verbales como no verbales. Es posible que retomemos este tema en dos, tres o más capítulos posteriores. La intención es avanzar, regresar, retomar y enseñar de manera integral. Por lo tanto, no se sorprendan si en un capítulo hablamos sobre la conexión y abordamos aspectos de la comunicación no verbal en ese contexto.

COMUNICACION VERBAL

La comunicación verbal desempeña un papel crucial en el arte de la seducción, siendo la herramienta principal para expresar pensamientos, emociones y deseos. A continuación, exploraremos en detalle cómo utilizarla de manera efectiva para establecer conexiones más profundas y cautivadoras.

EL PODER DE LAS PALABRAS

Un consejo sabio que vale su peso en oro: no te apresures a responder de inmediato. Tómate unos segundos, al menos 2 o 3, antes de ofrecer una respuesta, especialmente al inicio de conocer a alguien. Este breve espacio te permite pensar y seleccionar tus palabras con cuidado, mostrando que no solo reaccionas impulsivamente, sino que también valoras la calidad de la conversación.

Las pausas estratégicas pueden ser tu aliado secreto. Al dar unos segundos antes de responder, no solo demuestras reflexión, sino que también creas un sentido de anticipación en la conversación. No temas el silencio; a veces, menos es más, y una pausa calculada puede añadir profundidad y significado a tus palabras.

Hace un tiempo, salí a merendar con una chica realmente hermosa: rubia, con buen gusto para vestir y una presencia que no pasaba desapercibida. En ese momento, debo admitir que mi destreza en la comunicación no estaba en su punto más alto. Siendo un tanto despreocupado y sin la perspicacia que poseo ahora, decidí poner en práctica algunas estrategias que había aprendido.

Durante nuestra conversación, comencé a implementar la táctica de tomarme unos segundos antes de responder. No quería parecer apresurado o impulsivo en mis respuestas. Opté por un mínimo de 2 segundos, lo suficiente para reflexionar antes de hablar. La idea era no solo demostrar respeto por la conversación, sino también generar un cierto aire de misterio.

Resulta que esta pequeña pausa tuvo un impacto significativo. La chica, acostumbrada a respuestas inmediatas, empezó a notar la diferencia y se cuestionaba más, tratando de entender mis pensamientos. Creé un espacio en el que la conversación no era solo un intercambio de palabras, sino un juego intrigante que nos mantenía a ambos comprometidos.

Lo interesante es que, al aplicar esta estrategia, también noté un cambio en la dinámica de poder. A pesar de ser inicialmente una chica con una postura alta, logré, con el tiempo, que bajara a un nivel más relajado y en sintonía con el mío. La seguridad en mis respuestas y la pausa estratégica hicieron que la dinámica se equilibrara, y ambos nos encontramos en un terreno más cómodo.

Este pequeño experimento me enseñó la importancia de la comunicación no verbal y cómo pequeños ajustes pueden tener un impacto significativo en la dinámica interpersonal. La seguridad en uno mismo, combinada con una comunicación consciente, puede cambiar la percepción y crear una conexión más auténtica. A veces, las lecciones más valiosas se aprenden en el terreno de la práctica.


¿Estoy sugiriendo que hablar lentamente es la clave?

No exactamente. Lo que estoy transmitiendo es la importancia de evitar respuestas impulsivas y fomentar una actitud reflexiva. Si estás intentando seducir a alguien y proyectas inseguridad, es poco probable que generes confianza en la otra persona. 

Hace un tiempo, solía responder sin pensar, incluso dando respuestas rápidas que, en mi intento de ser gracioso, a veces resultaban hirientes para la otra persona. ¿Alguna vez les ha pasado que, durante una charla con amigos o en una cena familiar, dicen algo y luego se quedan reflexionando si han lastimado a la otra persona con sus palabras?

Es algo con lo que muchos podemos identificarnos. La rapidez en las respuestas y el afán por el ingenio pueden llevar a situaciones incómodas, donde después nos damos cuenta de que nuestras palabras podrían haber sido malinterpretadas o incluso herir a alguien sin intención. Este reconocimiento subraya la importancia de la reflexión y la empatía en nuestras interacciones, recordándonos ser conscientes del impacto de nuestras palabras en los demás.

En el próximo capítulo, abordaremos diversas técnicas para perfeccionar nuestras habilidades en las conversaciones verbales, ya sea a través de la formulación de preguntas, la introducción de nuevos temas de conversación y otras estrategias afines.

¡Espero que hayas disfrutado de este capítulo y no olvides darle una estrellita!

La seducción: El juegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora