EL PODER DEL RECHAZO

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A lo largo de nuestras vidas, todos enfrentamos la dolorosa experiencia del rechazo, que puede provenir de alguien que no esperábamos, ya sea en el ámbito laboral, en la negación de una propuesta, en un amor no correspondido o incluso en el desestimiento de una idea que valoramos.

Muchos tendemos a abordar el rechazo de manera negativa, permitiendo que perjudique nuestra motivación y perturbe nuestra paz interior.

¿Quién puede decir que esto es mentira? Levante la mano quien haya sufrido por el rechazo, quien haya llorado e incluso gritado en su interior. A veces, esto puede llevarnos a una espiral aún más negativa: el rechazo, la comparación, la decadencia de nuestra autoestima.

Pero ahora, ¿qué pasaría si enfrentáramos el rechazo de una manera diferente?

¿Y si pudiera decirte que el rechazo dejaría de ser una adversidad y se convirtiera en una especie de rechazo divino? En este contexto, voy a enseñarles en profundidad cómo esta experiencia negativa puede ser un regalo disfrazado.

estoicismo

Según la filosofía estoica, solo tenemos dominio sobre nuestros pensamientos, comportamientos y acciones, mientras que los sucesos externos, ya sean pasados, futuros o incluso las acciones de otros, están fuera de nuestro control. Los estoicos sostenían que reconocer esta dicotomía es el primer paso hacia una vida plena y satisfactoria.

El rechazo es un fenómeno que ocurre independientemente de nuestra voluntad. No podemos influir en si alguien rechazará nuestras ideas, sentimientos o esfuerzos. Sin embargo, lo que sí podemos manejar son nuestras respuestas ante tales situaciones. Para los estoicos, el rechazo era contemplado como una parte inherente de la existencia y una oportunidad para el aprendizaje y el desarrollo, en lugar de ser interpretado como una derrota personal.

Entonces, ¿cómo sugirieron los estoicos que afrontáramos el rechazo?

Según la perspectiva histórica, el rechazo no constituye un ataque personal, sino que es parte del orden natural de la vida. Lo comparaban con el cambio de estaciones o con el flujo y reflujo de las mareas; es tan natural como estos fenómenos. Comprender esto acerca del rechazo es fundamental para cambiar nuestras perspectivas sobre él. Entender que el rechazo de otra persona, ya sea de nuestras ideas, sentimientos o esfuerzos, se basa en sus propios juicios, circunstancias o elecciones. Estos son factores externos que están más allá de nuestro alcance.

Los estoicos comprendían esto y, en consecuencia, no permitían que el rechazo perturbara su tranquilidad interior. Sin embargo, esto no significaba que fueran indiferentes hacia él. Al contrario, consideraban cada evento, como el rechazo, como una oportunidad para aprender y mejorar. Utilizaban el rechazo como una herramienta para el autodesarrollo y el crecimiento personal.

Por ejemplo, si una idea era rechazada, se preguntaban: "¿Qué puedo aprender de esto?", "¿Cómo puedo mejorar mi idea?", "¿Cómo puedo comunicarla de manera más efectiva la próxima vez?". No se dejaban envolver por sentimientos negativos del rechazo; en cambio, lo utilizaban para mejorar.

¿A dónde quiero llegar enseñándoles todo esto?

Intenta mejorar ese pensamiento sobre el rechazo, perder el miedo. Sé que a veces es difícil, pero con el capítulo anterior y este, el rechazo no suena tan mal después de todo, ¿verdad?

Incluso a mí me han rechazado, y eso me ayudó a fortalecerme y mejorar. El rechazo está presente desde que somos pequeños. ¿Acaso nunca les han dicho que no a ciertas cosas sus padres? Ya sea salir con amigos, pedir dinero u otras cosas. Es normal. Estamos tan mal acostumbrados al rechazo que incluso le tenemos miedo, ¡pero el rechazo es lo mejor que nos puede pasar en la vida!

Gracias al rechazo, podemos implementar métodos para mejorar la próxima vez. Cuando estaba comenzando en el juego de la seducción, tenía tanto miedo a ser rechazado que, a veces, me costaba incluso empezar una conversación. Pero luego, fui aprendiendo de los rechazos e ignorancias para mejorar la próxima vez: qué temas tratar, cómo actuar, dónde mirar, cómo iniciar una conversación o incluso cuándo retirarme.

Además, no siempre el rechazo tiene que ver con uno mismo. A veces, ocurre por circunstancias de la otra persona, sus preferencias o su comprensión de la situación.

La próxima vez que te enfrentes al rechazo, en lugar de lamentarte, pregúntate: "¿Qué aprendizaje puedo obtener de esto?"

Ahora tengo una pregunta para ustedes. ¿Alguna vez han sido rechazados? Si es así, ¿han mejorado? ¿Qué acciones tomaron? Espero sus comentarios.

¡Espero que hayas disfrutado de este capítulo y no olvides darle una estrellita!

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