Parte 12

358 1 0
                                        

Después de darle unos masajes al miembro de plástico que había devorado salvajemente y demostrar todo el amor que le tenía, me levanté del suelo y me puse en medio de la silla en donde estaba puesto el dildo muy mojado y una vez que había abierto mi como que ya estaba comenzando a gotear, comencé a introducirlo lentamente sobre mi vagina mientras gemía con total placer al sentir ese enorme dildo penetrando mis adentros...


-¡ahhh! ¡ahhh! ¡maldita sea, qué delicia! 


Cuando sentí que el dildo estaba muy bien introducido donde yo quería, puse mis manos atrás de la silla muy cerca al respaldar y empecé a montarlo moviéndome de arriba hacia abajo muy  lentamente mientras gemía dulcemente y frotaba mi clítoris al ritmo de mis movimientos encima de aquel dildo, tener ese pene dentro de mí me generaba tanto placer que volví a tocar mis tetas aún si estaban casi cubiertas con mi largo cabello semi platinado, era tan delicioso sentir esa dureza que sin darme cuenta empecé a menear mis caderas para que la penetración fuera mucho más placentera para mi...


-qué rico te mueves, sigue así 


Mientras montaba ese dildo como si se tratara de Mike quien estaba ahí, me miré al gran espejo que se alzaba ante mí viendo felizmente como yo misma "me hacía el amor" con ese dildo, estuve sonriendo y coqueteando mi propio reflejo mientras aceleraba un poco más mis movimientos, estuve hablando sucio conmigo misma para motivarme a seguir montando el dildo de la forma como Mike haría conmigo en un momento asi


-eres una perra muy sucia, Dolly, tengo muchas ganas de escupirte en la boca y romperte toda hasta que de ti no quede nada


A medida que avanzaba el tiempo fui acelerando mis movimientos y el sudor cada vez más se hacía notar en todo mi cuerpo,  podía notar como mis propios gemidos me ahogaban con cada penetración y mi corazón latía con fuerza por la intensidad de lo que estaba haciendo, por un momento sentí que estaba cayendo en la locura, que no podía controlarme de ninguna forma por mucho que lo quisiera, pensé por un momento en detenerme para no venirme así como hice la primera vez cuando estaba en la cama, pero disfrutaba tanto lo que estaba haciendo que no quería parar, lo que sentía en ese momento mientras montaba ese dildo frente al gran espejo era similar al de estar en una tienda de dulces y probar cada cosa que hay ahí hasta el dolor de estomago, como una droga que entra al cuerpo y te hace sentir una sensación hermosa de extasis que no desearías que acabará nunca y solo pides más y más

-¿te gusta esto? ¿Te gusta lo que ves? ¿Te gusta lo que estás haciendo? ¿Huh? Sé muy bien que querías esto, lo puedo ver en esos hermosos ojos hazel, me lo estabas pidiendo desde hace mucho tiempo

Dolly (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora