Ella es feliz así.

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Vaya que estás concentrada.

La voz de Xavier sonó tras de ella, quien por impulso cerró su cuaderno de anotaciones y alzó la mirada.

Se hallaban en el patio en uno de los recesos, ella exhaló un breve suspiro de alivio y volvió a abrir su cuaderno.

¿En serio sigues dándole vuelta a esa carta?

No sé en qué momento asumiste que tu opinión era relevante en mi toma de decisiones.

No seas tan dura conmigo.

El joven se sentó a su lado y miró de soslayo el cuaderno, sobre este había una serie de hojas sueltas casi todas con la misma premisa.

"Querida Enid"

Querida... ¿te parece apropiado empezar así después de como se llevan ahora?

...

Puedo sugerir un acercamiento menos formal, Enid no parece ser del tipo que requiera muchas formalidades.

Maldigo el día en que decidí que era una buena idea contarte.

Llovía, recuerdo. Te apareciste en mi cabaña y pensé que querías asesinarme.

Aún está entre mis opciones si decides seguir interviniendo.

Ahórrate el maltrato, ¿por qué no solo vas y se lo dices?

Xavier señaló con la cabeza a la rubia que en ese momento se hallaba enfrascada en una conversación con Ajax.

Porque no importa de que manera le haya dado vueltas, no pienso intervenir en su vida así.

¿A qué te refieres? No le vas a pedir matrimonio.

...

Así que era cierto lo que decían de los Addams.

Thorpe se levantó de un salto y donde se hallaba sentado un segundo antes ahora se encontraba una pequeña navaja mal clavada, rio ya casi acostumbrado a esa interacción y se cruzó de brazos intentando parecer más serio.

Entonces... ¿por qué no se lo quieres decir?

Mírala, no solo tiene novio, por si no ha quedado claro. No creo que ella esté interesada en alguien tan opuesto a su personalidad. Es... la has visto. 

Es todo lo que creería que no te gusta.

Pero en ella es diferente, es insufrible a veces pero no es tonta, es perspicaz y aunque le da miedo la sangre, tiene un instinto asesino nato, es estúpidamente valiente y leal y...

Se detuvo, se dio cuenta que sus manos temblaban.

No, está decidido. Tendré que dejarla ir.

Hablas como si fueras a desaparecer de su vida luego de la graduación.

No quiero hacerme ilusiones, decirle que estoy irreversiblemente enamorada de ella solo hará que me haga ilusiones, no pienso pasar por eso. Y esta información se queda aquí.

Al levantarse dio un par de pasos hacia el psíquico y colocó una navaja bajo su cuello, quien a pesar de la altura se sintió visiblemente amedrentado.

Y si una palabra sale de esta conversación, me aseguraré que no te encuentren.

Y dicho eso se alejó.

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La mañana de la graduación su mente se despertó por inercia a las cinco de la madrugada, simplemente no podía dormir.

Frente a ella y con una respiración ligeramente acompasada descansaba el mayor de sus problemas.

Se sentó en su escritorio y encendió la luz de la mesita, sacó hoja y papel y simplemente dejó ir lo que debía.

"Para Enid:

Ha sido difícil iniciar esta carta, creo que no soy capaz de contar las veces que he intentando la mejor de manera de poder comunicarme sin que esto se convierta en un lío escrito.

Cuando te conocí debo admitir que tuve mis reservas, ver la superficie de tu personalidad me hizo cuestionar mucho sobre lo que eras capaz de aportar en mi vida y te rechacé casi de inmediato, desde aquí te ofrezco una sincera disculpa.

Pero el tiempo pasó y de alguna manera tuve que reconocer que me has hecho romper incluso con mis propios patrones ya establecidos sobre la cercanía y confianza hacia otras personas.

En los últimos meses nuestra co-existencia se ha convertido en un infierno.

Siempre pensé que gozar de tu silencio aliviaría mis días en Nevermore, pero ahora me encuentro a mi misma ofuscada, cansada de no escuchar más que mis propios pensamientos, debo reconocer que te necesito cerca.

Y aunque no merezca tu atención llegado a este punto, creo que es importante que lo sepas.

Eres como un pequeño abrigo que de alguna forma aliviana y atempera mi corazón, y eso era algo que no tenía planeado que pasara en mis años de estudios aquí, porque me has dejado con el corazón expuesto, por lo que no me queda más que admitir este malestar y darle un nombre real.

Me gustas Enid Sinclair, porque soy consciente que la marca que dejaste en mi es indeleble.

Y ahora cada aspecto tuyo lo veré reflejado a mi alrededor, sucumbiré ante tu ausencia y agonizaré al punto de querer acabar con mi vida, pero siendo consciente que mi mente sabe que tu corazón no me puede pertenecer, porque ya late por alguien más.

Y es a todo lo que alcanza mi respeto.

Pensaré en ti y en como extrañaré nuestro tiempo juntas, aunque no sea posible que exista más.

Wednesday."

Eran casi las seis cuando terminó la carta así que se levantó para alistarse en el baño con rapidez.

Mientras se duchaba pudo notar nuevamente ese ardor en su garganta, esa comenzón en un lugar inexistente que no fuesen sus propios sentimientos, apretó los puños con fuerza, ¿cuánto más tendría que aguantar ese malestar que le producía la falta de interés de ella?

Intentó sacudirse los pensamientos y hundió su cabeza bajo el agua helada una vez más.

Al salir del baño ya cambiada con la mente y el cuerpo en su frío habitual volvió a la carta sobre la mesa y un pensamiento asaltó su mente. ¿Por qué estaba haciendo esto? ¿Era necesario hacerle saber lo que sentía? Finalmente Enid seguiría su camino a San Francisco y ella tal vez solo regrese un tiempo donde sus padres.

Fue en ese momento que se dio cuenta que era un error haber escrito esa carta.

Caminó rapidamente hacia el escritorio y tomó el papel entre sus manos, un ruído frente a ella le hizo darse cuenta que Enid estaba por despertar, cerró su mano en un puño arrugando el papel de golpe, sin detenerse a pensarlo más lo lanzó al bote de basura y cerró la puerta poco antes de que su roomie despertara.

Ella sería más feliz así.


OFF:

Pues sin querer se me dio por darle un capítulo más a esta historia. No sé si escribir un capítulo más pero al menos pude sacarlo de mi mente.

Gracias a los que pasan por aquí.

Hoy no - WenclairDonde viven las historias. Descúbrelo ahora