Harry Potter: Hogwarts Pokémon Adventure

Capítulo 9 : El vidente ciego

Los estudiantes se fueron después de eso, Dumbledore les informó que se acercaba rápidamente el toque de queda y se dirigieron de regreso a la Torre de Gryffindor.

La noche la pasamos todos conociendo al nuevo Pokémon. Oshawott era increíblemente amigable y parecía no tener ninguna timidez mientras se pavoneaba por la habitación, sin darse cuenta de a quién molestaba al pasar. Para los Pokémon más enérgicos, como Monferno de Seamus, esto fue increíblemente entretenido. Para los demás, preferían la relativa timidez de Pikachu, ya que el Pokémon claramente no había estado con muchas otras personas y Pokémon antes.

Esa noche Pikachu se acurrucó en la cama junto a Harry para protegerse, y Harry sonrió mientras acariciaba suavemente la cabeza del pequeño Pokémon.

“Buenas noches Pikachu”, dijo y con un suave beso en la cabeza se acomodó para dormir.

"Pikaaaa..." Pikachu gimió, acostado boca arriba sobre la mesa de la Casa Gryffindor. Como Hagrid había predicho no había sido buena idea que Pikachu comiera tantas bayas y ahora estaba pagando caro su error.

"¿Estás seguro de que está bien?" Dijo Hermione preocupada, mirando al enfermo Pikachu.

"La señora Pomfrey dijo que esto pasará", le dijo Harry. "Es sólo un dolor de estómago, y tal vez le enseñe a Pikachu a no comer tanto de una vez". Pikachu dio un pequeño gemido en señal de protesta, todavía recostado contra la mesa. Ron se rió entre dientes.

"Entonces, ¿qué tenemos hoy?" preguntó, clavando su tenedor en un par de salchichas maduras y jugosas.

"Adivinación y batallas Pokémon", dijo Harry.

"Malvado", respondió Ron.

"Aunque no para mí", intervino Hermione. "No voy a tomar Adivinación, ¿recuerdas?" Hermione había decidido inscribirse en Ancient Runes, decidiendo que parecía más interesante que ver el futuro. Ron no podía entender esto.

Y así, Harry y Ron se despidieron de Hermione, cuyas Runas Antiguas estaban en el primer piso, y se dirigieron hasta donde se llevaría a cabo su clase de Adivinación, en lo alto de la Torre Norte.

"¿Cuántos pisos hay?" Ron se quejó diez minutos después. Habían estado subiendo casi constantemente en ese tiempo, sabiendo que la Torre Norte estaría en lo más alto de la escuela, pero aún no la habían visto, ni a ninguno de sus compañeros de clase.

"Debemos estar cerca", dijo Harry, jadeando ligeramente por el esfuerzo. Tenía la dificultad añadida de que Pikachu cabalgaba sobre su hombro. Aunque estaba bajo de peso, todavía estaba presente, especialmente después de llenarse con las bayas que Hagrid había encontrado para ellos.

"Está bien, eso es todo", dijo finalmente Ron, deteniéndose en un rellano cuando descubrieron otra escalera más adelante. "Arcanine, vámonos". El gran Pokémon de fuego apareció, moviendo alegremente su cola.

"Arcanine, intenta ver si puedes olfatear a alguien", ordenó Ron. Arcanine ladró alegremente antes de levantar la nariz en el aire y olfatear muy fuerte.

En unos momentos, Arcanine había captado un olor con su increíblemente poderosa nariz y saltó escaleras arriba, ante los gemidos de Ron.

Resultó que solo habían estado un piso más abajo de su salón de clases y pronto se encontraron en una sala circular rodeada de sus compañeros, pero sin ningún profesor a la vista. En cambio, sus ojos se dirigieron a una desvencijada escalera de madera que conducía a una trampilla en el techo que, al menos por ahora, estaba cerrada.