Capítulo 14 : Observado

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Nunca en el proceso de formar este nuevo grupo Harry había estado más a favor de la idea que en contra. Estuvo de acuerdo con el principio, estuvo de acuerdo en que necesitaban aprender y que Umbridge nunca les iba a enseñar, pero estaba totalmente en desacuerdo con que fuera él quien debería hacerlo. Y por esa razón estaba totalmente en contra de la idea, incluso a medida que avanzaba.

Pero después de hablar con Hagrid y recibir una de las pocas herramientas cruciales necesarias para poner en marcha este grupo, Harry sintió que se emocionaba por primera vez. Por ahora finalmente pudo olvidarse de él enseñando a sus compañeros de estudios y concentrarse en el lado rebelde. Finalmente estaban consiguiendo uno en Umbridge, en el Ministerio, y Harry estaba más que listo para la pelea.

Su entusiasmo se vio empañado en gran medida por un aviso que había sido colocado en el tablón de anuncios de Gryffindor en la sala común el lunes por la mañana. Era una nota corta, un papel de tamaño A5, tal que sólo podías distinguir las palabras si te acercabas a ella, pero una vez que lo hacías deseabas no haberlo hecho.

'Decreto Educativo Número Veinticuatro', decía la nota. 'De ahora en adelante quedan disueltas todas las organizaciones, sociedades, equipos, grupos y clubes de estudiantes. Una organización, sociedad, equipo, grupo o club se define como una reunión regular de tres o más estudiantes. Se puede solicitar permiso al Alto Inquisidor para reformarse. Ninguna organización, sociedad, equipo, grupo o club estudiantil puede existir sin el conocimiento y aprobación del Sumo Inquisidor. Cualquier estudiante que haya formado o pertenezca a una organización, sociedad, equipo, grupo o club que no haya sido aprobado por el Sumo Inquisidor será expulsado.'

"Maldita sea, ¿cómo lo supo?" Murmuró Ron mientras los tres leían el nuevo decreto. "No crees que Rosmerta se lo haya dicho".

"Parece poco probable", ofreció Hermione vacilante. “Sé que se lo contó a Hagrid, pero dudo que se lo hubiera contado a la profesora Umbridge. A ella no le gusta más que a nosotros.

"Aun así, tal vez ella simplemente la escuchó", sugirió Ron. “Ella le contó a Hagrid, quién sabe a quién más le contó. Y aunque Hagrid se daría cuenta si ese sapo gordo anduviera por ahí, no todos lo notarían”.

"No", habló Harry, su voz detuvo el debate entre Hermione y Ron. “No, ella no puede saberlo. Si lo hubiera hecho, habría venido a por nosotros directamente, incluso si no estuviéramos rompiendo una regla escolar. No, creo que solo escuchó rumores. Había mucha gente en esa reunión. Sería sorprendente que nadie se hubiera dado cuenta de su ausencia, ni de la gran cantidad de ellos que subían a la habitación. No es fácil pasar desapercibido en Las Tres Escobas”.

"¿Asi que que hacemos?" -Preguntó Ron. Harry hizo una pausa.

“Nada”, dijo finalmente. “Actuamos con normalidad. De todos modos, no es que hayamos descubierto una forma de escondernos de Umbridge todavía. Además, este decreto no cambia realmente las cosas. Ya sabíamos que estaríamos en problemas si nos atrapaban”.

"Pero expulsada", dijo Hermione preocupada.

“¿Crees que algunas personas podrían huir?” -Preguntó Ron.

Hermione asintió, mordiéndose los labios. “Dudo que los Gryffindors lo hicieran y los Ravenclaw tienen demasiado sentido común. Pero ese Zacharias Smith en Hufflepuff podría decidir entregarnos si pensara que obtendría algo de ello. Ron maldijo.

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