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El tiempo paso, y ambos hermanos ya estaban entrando en la adolescencia, por lo que la preocupación de su padre hacia su hijo aumentaba ya que este seguía interesándose en cosas de niñas.Todo empeoró cuando Jihoon quizo usar una falda de su hermana para ir a la escuela; ese día sus padres discutieron mucho por su culpa, siempre lo hacían pero esta vez fue la definitiva, horas después su padre tomo sus cosas y se fue.
Recordaba exactamente las palabras que dijo.
"No seguiré viviendo aqui, viendo cómo mi hijo se convierte en un marica".
Su madre no se inmutó, y lo dejó irse.
Cuando su padre por fin se fue de sus vidas, Jihoon no oculto nunca más lo que era y lo que le gustaba.
Se sintió libre.
Cuando comenzo a ir a la preparatoria, un día tan importante como el primer dia de clase decidió hacerlo especial y fue usando la ropa que nunca había podido utilizar con su padre presente. Una linda falda rosa.
Duro por un tiempo. Todos los días usaba una falda de un color diferente, aprendiendo a vestirse combinando colores y demás.
Su felicidad se vio obstruida debido a las críticas, escuchar el constante "un chico no debía vestir con ropa de chicas" comenzó a fastidiarlo, y Jihoon no lo entendía; la ropa era ropa, no tenía género. Su madre siempre le había dicho que no debía sentirse mal con su forma de ser e incluso ella le compraba la ropa. No importaba.
Y siguió vistiendo la ropa que le gustaba, las faldas eran sus favoritas.
Pronto los hermanos Lee se volvieron populares en la preparatoria, Jiyeon siendo capitana de las porristas y Jihoon... siendo Jihoon.
Cómo cualquier adolescente hormonal, dispuesto a explorar su sexualidad, Jihoon solo era uno más de ellos. Siempre tuvo en claro que no lo atraían las chicas, era más que obvio, pero tampoco sabía si le atraían los chicos, nunca había tratado con ellos, era complicado.
Hasta que un día, Jihoon uso su falda favorita en la escuela, era rosa con rayas blancas y también llevaba un suéter beige que era unas tallas más grande que la de él, se veía adorable a la vista de cualquiera.
Pero también se veía sensual con esa corta falda dejando a la vista sus blanquecinas piernas.
Tenía ya más de un pretendiente para explorar su sexualidad pero los rechazaba al instante. Ninguno lo suficiente bueno, según Jihoon.
Pero en su segundo año de preparatoria tuvo su primera vez, no fue nada de lo que alguna vez imagino, pero habla escuchado de sus amigos que la primera vez siempre era desastrosa de una u otra manera.
Habia sido en casa de su compañero de teatro: Kim Mingyu. Este era unos años mayor que Jihoon pero que importaba, además de que creía que al ser mayor tendría experiencia pero grata fue su sorpresa al descubrir que aquel chico alto moreno y jodidamente caliente era virgen. Y aunque fue bueno, no fue lo suficiente.
Y así continuó, después de Mingyu siguieron unos cuantos más, Jihoon haciéndose experto en el área, descubriendo su insaciable apetito sexual.
Deben preguntarse qué sucedió con Jiyeon, nada en realidad. Ella siguió siendo capitana de porristas, concentrándose en sus estudios, cubriendo a su hermano cuando esté se saltaba las clases por tener sexo con algún tipo en algún baño o algo así. Fue hasta el día de su graduación qué se acostó con un chico al que llevaba poco tiempo conociendo, y después no lo volvió a ver.
[...]
Cuando los gemelos cumplieron 18 años, su madre les regaló un departamento para que vivieran ambos juntos, y con mucho gusto lo aceptaron sin ningún pero; siempre habian estado juntos y amaban la compañía del otro a pesar que en ocasiones no se soportaban, pero, ¿no eran así los hermanos?
Ambos ya estaban en la universidad, Jiyeon logró conseguir una beca debido a todo su esfuerzo y Jihoon entro como pudo para no dejar a su hermana sola en eso. Siempre hacian todo juntos.
Esa primera mañana de clases, ambos hermanos iban vestidos casi iguales, dejando en claro que eran hermanos. Jihoon usando una falda azul con tablas, un suéter beige y zapatos de plataforma blancos; mientras que Jiyeon llevaba de igual forma una falda pero de color rojo, una camiseta blanca con encaje y zapatos igual de plataforma pero de color negro.
Más de uno quedo enamorado por los gemelos Lee.
Por supuesto que no faltaba algún tonto que criticara a Jihoon por su forma de vestir, e incluso algunos se le insinuaban, como lo había hecho ya un tal Chanyeol.
—Que lindas piernas precioso, se verían mejor alrededor de mi cintura —rió al terminar aquella frase.
—Piérdete Chanyeol, deja en paz a mi hermano —le enfrento Jiyeon.
—No te pongas celosa, cariño —se le acercó intentando acariciar el rostro de la menor—. También puedo contigo.
—Deja de decir estupideces y vete a joder a otro lado ¿quieres? —Jihoon interfirió.
—Ohh~ la nena se molestó —en cuanto termino la oración, Jihoon le dio una patada en la ingle, ocasionando que Chanyeol borrara la sonrisa arrogante que mantenía en su rostro y se tirara al suelo por el dolor.
Todos estaban impresionados de cómo Jihoon se había defendido, los murmullos escuchándose incluso con ellos aun presentes.
—Hoon, es tarde, perderemos la primera clase —le dijo Jiyeon y se encaminaron a su salón de clase, perdiéndose por el pasillo ignorando las miradas curiosas.
El año siguió, y jdespués de aquel momento nadie se atrevió a decirle nada a ninguno de los Lee.
Todo iba bien. Jihoon incluso en la universidad siguió cogiendo con quien quería, y Jiyeon seguía teniendo buenas notas.
Hasta que un chico nuevo llego a mitad de año a la universidad.
[...]
Publicado por primera vez el 04 de enero de 2024.
Reescrito el 23 de enero de 2025.
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Share Him (Jicheol)
RandomDesde que eran pequeños los gemelos Lee compartían todo, así que Jihoon no entendía porque su querida hermana Jiyeon no podía compartir a su novio con él.