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[...]

Los días continuaron, después de aquella salida, no volvieron a reunirse los tres juntos.

Jiyeon pasaba tiempo con Seungcheol como siempre, pero Jihoon ya no había estado con nadie desde hacía semanas y se la pasaba todo el tiempo en el departamento.

Su hermana al notar ese cambio en su hermano, le sugirió volver a salir, esta vez solo ellos dos juntos como solían hacer antes en su adolescencia, pero Jihoon se negaba a salir del departamento. Así que a espaldas de su hermano, Jiyeon organizo una noche de películas en el departamento, invito también a Seungcheol, quien no pudo negarse pues la menor había sido muy insistente.

Jiyeon creyó que su hermano se encontraba deprimido o algo por el estilo, por lo que para cuando llego la noche entro a la habitación de su hermano sin tocar, encontrando a Jihoon enrollado en mantas, dormido. Le quito las mantas encima y literalmente lo arrastro fuera de la cama.

—¡Vamos, Hoon! Organice una noche especial para ti —le tiraba del brazo pero el contrario ni siquiera se movía. —Jihoon, vamos~ Seungcheol está por llegar.

—¿Porque invitaste a Seungcheol? —le preguntó aún tirado en el suelo, donde aterrizó después de que Jiyeon le sacara de la cama.

—Porque ese día que salimos la pasamos muy bien los tres, y aparte porque es mi novio y quería que también estuviera aquí. —finalmente le soltó poniéndose de pie. —¡Así que levanta ese gordo trasero y baja a ver una película con nosotros!

Dicho eso la menor abandono la habitación, Jihoon aún seguía en el suelo. No entendía porque estaba así, después de la salida al cine con su hermana y Seungcheol, sentía que había cambiado algo en el, tenía una idea de lo que podría ser, pero se negaba completamente a la idea.

Minutos después se dirigió a la sala, donde ya estaba Jiyeon con unos tazones de comida y ya estaba también puesta la película que iban a ver. Jihoon se había puesto lo primero que encontró que era un suéter gris que le pertenecía a la persona que ahora le miraba de arriba a abajo.

Jihoon al percatarse de la mirada de Seungcheol, se sonrojó, pues no se había dado cuenta que se había puesto el suéter del mayor. Se sentó en el sofá junto a su hermana, quien estaba en medio de ambos chicos. La película comenzó y Jihoon tenía puestos los ojos en la pantalla, pero su mente estaba perdida  preguntándose sí Seungcheol le estaría mirando como aquel día en el cine. Disimuladamente le miró de reojo, confirmando lo anterior, y pudo notar como Seungcheol se había sonrojado por el contrato visual que tuvieron por unos segundos, Jihoon también estaba rojo hasta las orejas.

La película continuo, Jiyeon siendo la única que verdaderamente estaba prestandole atención. Jihoon se dirigió a la cocina, en busca de algo de tomar. Al notar eso Seungcheol le siguió, no sin antes preguntarle a Jiyeon si quería algo de la cocina.

Jihoon estaba recargado de la barra, reflexionando acerca de todo y nada, no notó cuando el mayor apareció muy cerca del, sino hasta que su voz resonó en la cocina.

—Ese suéter que llevas puesto es el mio, ¿cierto? —fue directo, mientras buscaba en el refrigerador una bebida.

—Lo es, ¿te molesta que lo use? —preguntó cohibido.

Seungcheol dudo un poco antes de responder: —No, pero, ¿podrías devolvérmelo? —rascó su nuca en señal de nerviosismo. —Es mi suéter favorito y me gustaría tenerlo de vuelta.

—Esta bien. —en ese momento se saco el suéter, pero no notó que se le levantó la camiseta que llevaba debajo y el mayor termino viendo su abdomen, por lo que le pareció muy extraño y decepcionante que en cuanto le entregara el suéter Seungcheol se fuera sin decirle nada más.


[...]








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