Capítulo 5 - Lo que pasó más tarde II

98 15 3
                                    

Escribo oraciones largas con la punta de mi lápiz.

Desde que desperté, escribo en mi diario todo lo que podía recordar. Lo que me pasó, lo que sentía y lo que Rui me contó.

Debido a que el flujo del tiempo solo se puede sentir vagamente en el Castillo de Shirasagi, no sé exactamente cuántos años pasaron aquí, pero... Ahora estaba disfrutando de la felicidad de mi vida cotidiana, porque las partes dañadas de mi cuerpo estaban ya en perfectas condiciones. Aunque mi cerebro se ponía en pausa todo el tiempo y me provocaba querer dormir la mayor parte del día. Parece que me desmayo todo el tiempo, independientemente de la ubicación. Pasa mientras como, en el baño, hasta cuando estoy conversando con Rui. Quería visitar Lütbya pronto, pero es por estos síntomas que no he podido. Mi compañero está preocupado y no me lo permitiría ni aunque me pusiera a llorar frente a él.

Justo el otro día, después de acostarme junto a Ryuo, le dije:

—Quiero ir a Lütbya pronto.

Se enojó.

—¿Qué estás diciendo? ¡Puedes perder el conocimiento mientras caminas! ¿Qué pasa si te golpeas la cabeza o te lastimas más gravemente? Tu cuerpo es mucho más sensible ahora... De hecho, te desmayaste mientras te bañabas. Si no hubiera estado cerca...

—Me siento bien... ¿No es solo cuestión de tener un poco de cuidado? Solo... Quiero saludarlos, decirles que estoy bien y hablarles de mi bebé.

—¡Exactamente por eso es peligroso! Riku, ¿quieres perderlo otra vez? ¿Eh? ¡¿Es eso?!

—Oh...

—No... Lo siento. No debí decirlo así.

Fui sostenido, como si quisiera encerrarme en sus brazos para que nunca pudiera escapar. Mi cabeza está sobre su pecho y puedo sentir incluso... Un pequeño temblor cada vez que comienza a respirar. Siempre me pareció que él era quién se había llevado la peor parte.

—Es solo, que no puedo evitar recordarte estando inconsciente. Hundido en savia y apenas respirando... Ya no puedo soportar más días como esos y, si alguna persona maliciosa se aprovecha de lo que pasa y te hace daño, moriré. No, puede que incluso destruya todos los mundos antes.

—...

—Mírame mi amor... Estoy pensando en formas de enviarte a Lütbya de manera segura así que, espera un poco más. ¿De acuerdo? Solamente un poco.

—Sí, lo entiendo.

Cuando respondí y lo abracé con fuerza, el temblor de Rui se detuvo un poco.

—Discúlpame... Por salir del castillo esa vez.

Mirándolo con un poco de culpa, Rui me sonrió amargamente.

—No sabías lo de tu hermano ni que el rey de Lütbya apuntaba a tu vida... Si lo hubieses sabido, hubieras tenido todo el cuidado del mundo... Hubieras tenido cuidado si te hubiera dicho del bebé. —Rui suspiró—. Perdóname. No dije nada porque no quería asustarte... Fui un idiota y ahora, no hay ni un solo día en que no me arrepienta de haber actuado como lo hice. Yo lo maté.

Extendí los dedos y le sujeté las manos.

—Oye... Nunca pensé que fuera tu culpa. Nunca te he culpado por lo que pasó, ni una sola vez. No quiero que nos hundamos en este tipo de pensamientos malos. No quiero ver tu tristeza, no quiero tener miedo, ni odiar a nadie y haré todo lo que pueda para que los dos vivamos mirando únicamente al frente. —Aunque intenté sonar reconfortante, las cejas de Rui, inclinadas en una expresión dolorosa, me aterraron completamente. No quiero que ponga ese tipo de cara—... Hablo en serio, no tienes la culpa. En lugar de eso, gracias a lo que pasó y a las cosas que hiciste, podemos estar juntos ahora.

La persona favorita del rey dragón | Vol. 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora