Capítulo 6- Lo que pasó más tarde III

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No me habían dejado verlo.

Llevaba un día parado en un espacio blanco donde flotaban ocho esferas de colores intensos. No tenía nada dentro de mí y tampoco tenía nada en los brazos.

Me dijeron que era un asunto complicado, pues era la primera vez que la madre del sucesor era un humano.

"Tienes que ser paciente". "No debes estar tan preocupado". Bueno, ciertamente lo estoy. Tan alterado que no puedo respirar.

—Oh, Tierra-sama... Por aquí. ¡Venga pronto por aquí!

—¿Qué pasó con mi...?

—¡Es por eso que debe acompañarnos!

—¡Croack! ¡Debe acompañarnos!

Justo al lado de la esfera marrón, donde Seki y Kou están parados... Hay... Hay una criatura blanca que está completamente echa bolita a sus pies. Algo que se derrite y se confunde con el fondo. Se estira, se cae. Creo que es un animal porque se mueve espontáneamente, pero ... Antes de ordenar mis pensamientos y hacerme a una idea más estructurada y lógica de lo qué estaba pasando, me sorprendió ver emerger a una pequeña criaturita. Mi mano se aferra a la mano de Rui, pero él solamente se ríe.

—Felicidades, cariño.

—¡Oh por Dios!

Imposible.

Estoy viendo a mi hijo por primera vez y... ¡Y es definitivamente perfecto! Las alas que crecían en la parte posterior de su espalda tenían una película extendida que era voluminosa y casi transparente. El cuello es muy largo y hay unas astillas en su cara, son triangulares y están invertidas en ambos lados. Arriba de esos grandes ojos azules. La superficie de su cuerpo está bien cubierta con pequeñas escamas. Calculo que la longitud de su cuerpo es de unos 60 centímetros, de la cabeza hasta su cola.

—Es un dragón... Rui... ¡Mira! ¡Es un dragón!

—Estábamos preocupados, los cuidados de un bebé dragón son un poco complicados las primeras 24 horas. Sei pensó que sería un fuerte impacto para ti así que, tuvimos que ser discretos.

—No... Para nada. Es decir...

Es un pequeño dragón hermoso que revolotea alrededor de Rui y de mí, gritando como una bestia hasta que finalmente se acercó a mis brazos extendidos y me permitió acunarlo en mi pecho.

—¡Es un bebé hermoso! ¡Realmente es hermoso! Rui...

—Hermosa. Tuviste una niña.

Era sorprendentemente más ligero de lo que imaginaba, más pequeño, diferente de mi imaginación, pero... Maravilloso. Las escamas en la superficie de su cuerpo son mucho más finas y suaves que las que están en Rui. Es una niña... Y ella entrecierra los ojos como un gatito que está de buen humor. Me mira y frota su cabeza contra mi ropa una y otra vez.

—¿Es real?

—Muy real. Es nuestra pequeña niña.

La bebé dragón abre sus fosas nasales, exhala, saca su lengua entre sus dientes afilados y lame las yemas de mis dedos sin dudarlo.

—Me estás dando cosquillas...

Rui se convierte en un dragón, parece que se siente más cómodo viviendo estos momentos a mi lado estando de esa forma.

—Tiene hambre...

—Gyu...

El pequeño dragón se eleva y grita. Parpadea y extiende sus pequeñas patitas hacia mí para que lo arrulle. El Rey Dragón tiene cinco dedos, pero este bebé tiene tres. Aunque son pequeños y afilados, tiene una punta redondeada. No me hace daño cuando me toca con estas pequeñas uñitas.

La persona favorita del rey dragón | Vol. 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora