Dónde quedó...

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Silencio y paz era lo que permanecía en las afueras, no había algún ave o insecto que formará sonidos, más que algún lobo o coyote que se atrevía a aullar o ladrar, para mostrar su presencia aterradora e imponente en las tierras.
Aún reinaba la noche, por lo que en aquellos hogares que residían familias estaban en su hora de dormir, todos descansando cómodamente... Sin imaginarse la vida de alguno de sus vecinos.
Todos pensaban en si mismos, en su familia, en sus hijos que cuidar, no tenían tiempo para pensar en los vecinos, ¿para qué preguntarse, "¿Qué serán las actividades del vecino?"?

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En las mejillas rositas de aquella inocente infante estaban mojadas por lágrimas recién caídas, pues tenía miedo de lo que le estuviera pasando a su queridísima madre, quien estaba tirada en el suelo.
A ojos de Jack, solo alcanzaba a mirar a la menor observando en lágrimas los pies, pues el sillón no dejaba ver el escenario completo, en cambio a los ojos de la pequeña, podía ver a su madre entera, que comenzaba a creer y solo se había quedado dormida por accidente sobre un charco inusualmente rojo.

+ Vete a tu cuarto.

+ ... ¿Mami va a estar bien?

+ Si mi cielo... Va a estar bien.

Su mente le ordenaba que no actuara como estúpido, más su corazón gritaba y exigía averiguar lo que estaba pasando, pues dentro de él sabía que algo muy extraño y malo estaba sucediendo en esos muros.
Dió un intento de hacer caso a su mente y pensó en retirarse, pero a último segundo escucho a su corazón y se quedó quieto, procesando lo que debía hacer y accidentalmente quedando a la vista. Aún creyendo que nadie en esa residencia creía en él, levanto la mirada para ver a la niña y buscar razones para quedarse y estar seguro que iba a estar bien, sin esperarse que estaba haciendo contacto visual con la misma.

+ ... Papi... Hay alguien ahí.

La infante apunto en la dirección del albino, para luego escuchar pisadas fuertes y apresuradas hacia donde estaba la niña para mirar hacia donde apuntaba, permitiendo al espíritu conocer la figura paternal de la pequeña.

+ ... ¡No hay nadie ahí!

Exclamó el adulto con una expresión en su rostro de entre alivio y seguido de uno alarmado, agitado, lo que lo llevo a alzar la voz de forma furiosa, para luego proceder a regresar a estar enseguida, de quién alguna vez fué su esposa, en el suelo.

+ Papi.. creeme, hay alguien ahí.

Frost tenía el corazón latiendo a mil, sabiendo muy bien que el adulto no lo vería, pero su instinto le suplicaba salir de ahí, que la niña sería capaz de delatarlo, pero nuevamente su corazón ganó y mientras se acercaba con suavidad a la sala, colocó su dedo índice sobre sus labios, para rogar por silencio a la menor.
El Guardián se acercaba cada vez más y cada vez más se dejaba ver por la niña, que en cuanto lo reconoció, esbozó una gran sonrisa, junto a unas lágrimas más por la felicidad.

+ ¡Papi! ¡Papi! ¡Es Jack Frost!

+ ¿Cómo?... Cariño, no es un buen momento para jugar. Por favor obedece y vete a tu cuarto.

En la mente de aquel hombre únicamente habían millones de dudas las cuales giraban entorno a sus malos actos recién hechos, ahora con una grave consecuencia en el suelo, sin ser capaz de mantener su cordura por mucho tiempo y la precencia de su hija no estaba siendo de ayuda, pues ahora tenía a alguien con una posibilidad de delatarlo. De explicar, en un intento por ayuda, que su queridísima madre no iba a volver.

+ ¡Él puede ayudarnos a despertar a mamá!

+ ¡Por favor! ¡VETE A TU CUARTO!

La inocente infante abrazo con fuerza su peluche que tuvo todo este tiempo en manos, era una foca, le servía a la menor como un modo de no sentirse sola en la inmensidad de su habitación, al igual que muchos otros peluches que estaban apilados en una esquina del cuarto.
Su respiración nuevamente se volvía más agitada, pues que su padre le alzará la voz solo le hacía ver y sentir el miedo, de sentir seguridad ante la precencia de su padre no era más que una ilusión, pues comenzaba a ver usual que segundos después solo quiera apartarse de ella. Siempre terminaba por gritarle, dándole indicio a la pequeña que no hacía más que molestarlo, que su presencia para él no era requerida.

° ~ [ Un Poco De Paz ] ~ ° // El Origen De Los Guardianes //Donde viven las historias. Descúbrelo ahora