'No me culpes, tú me provocaste' HorrorxDust

Capítulo 2;; observados en el dormitorio

El guardián de la negatividad ya había estado viendo las actitudes de sus nuevos secuaces a través de distintas misiones. Colocandolos en diferentes situaciones; llendo juntos, por separado y en parejas, siendo la última la más curiosa para nuestros personajes principales.
Nightmare sans observó como Dust al estar cerca de Horror, sus ataques podían volverse firmes, consistentes y lógicos, ya que puede ver que con que con el craneo roto se siente mucho más seguro y le recuerda a lo que era una vida "normal"
Pero en cambio Horror y Killer, trabajan mejor solos, más que nada por comodidad, pero igualmente lo hacen bien cuando deben ir el grupo.

Esta leve información le era interesante al Rey de la negatividad, debido a que podía notar las fortalezas y debilidades de este tonto grupito de tres... Debía arreglar las cosas que no le beneficiaba.

Por otro lado; los tres nuevos secuaces al tener un estricto horario, sufrían altos niveles de ansiedad y estrés. Tenían las cosas claras, un pequeño fallo y habrian consecuencias horribles, cada uno de ellos tenía una motivación para mantenerse en este lugrube castillo.
Lo único "positivo" es que entre ellos había una relación ni negativa ni positiva; es decir, no se hablaban, ni estaban cerca pero no se odiaban.
Quitándose un enorme peso de encima debido que tener que acostarse tan temprano, les hacía llenarse sus cabecitas tontas de pensamientos negativos. Nightmare era un genio en la psicología, haciendo que cada parte del horario de esos secuaces fuera una tortura para sus cabezas.

Sabiendo esta información nos iremos a la simple habitación del encapuchado en esta noche tan fría y tenebrosa, no podía dormir por el recordar de sus sucios pecados, levantaba sus manos para verlas y sentir como el polvo que tuvo alguna vez en sus manos volvía a el. Se encontraba sentado en su cama mientras rascaba lo que serían sus brazos, escuchando un sonido agudo como una tisa chillando contra una pizarra... Esos sonidos despertaban al contrario de la habitación más cercana; Horror sans, el cual cada tanto golpeaba la pared a propósito para dar a entender que parará con sus tontas crisis.
El encapuchado no podía estar solo, el ya tenía claro que su cabeza le jugaba en contra, necesitaba sentir el calor de un cuerpo; No por lujuria, si no para poder sentir que su culpabilidad de asesino no lo carcoma cada vez más, deseaba saber que su alrededor no era solamente frío y polvo, así que finalmente dejó de rascarse para proceder a levantarse y salir de ese cuarto.
Miro el oscuro lugar, la luz de la luna entraba por las ventanas sucias, espero unos momentos para acostumbrar su vista a la oscuridad; cuando finalmente podía saber dónde estaba, caminó lentamente hacia la escalera, para poder bajar a la cocina, como era un enorme castillo se demoró bastante en llegar, pero lo importante es que lo hizo.
Al llegar a la cocina, se sacó su chamarra para dejarla encima de la mesa de el mencionado sitio del castillo, para empezar a dejar comida encima de la prenda de ropa; galletas, carnes pequeñas, barras energéticas, una botella con agua, pan, frutos secos y frutas. Cuando terminó con su hurto, tomó su abrigo como un saco, haciéndole mucho más fácil llevar esa cantidad de comida en solo un viaje, para poder volver a su piso con un paso más apurado.
Cuando llegó, observó denuevo el sitio, cuestionandose toda su miserable existencia; mientras tenía esos tontos cuestionamientos, se acercó a la habitación del cráneo roto para tocar la puerta. Del otro lado se escuchó un querido y después de un minuto la puerta se abrió. ─ ¿qué necesitas? ─ Susurró el ser alto con un tono de molestia, pero al ver el saco lleno de comida en la espalda del contrario, el enojo se le fue quitando.

─ se que tener que hacer ejercicio sin comer te hace mierda... Así que te tengo un trato; no quiero que lo cuestiones, solo dí ' si o no' ─ hizo una leve pausa para respirar y mirar al contrario ─ necesito que cada noche te vengas a mi cuarto, y duermas conmigo, se que suena extraño, pero a cambio te traere comida todas las noches; eres al único que le puedo pedir algo, debido a que eres el único cuerdo. ─ Las últimas palabras de la oración de Dust fueron una vil mentira; nadie de ahí estaba acuerdo, pero este esqueleto le está tomando aprecio al contrario por ser el único que se esfuerza a dirigirle la palabra, si tan sólo supiera que lo hace para evitarse problemas.

Horror pensó durante unos segundos para finalmente hablar; ─ acepto el trato. ─
El que tenía los alimentos empezó a caminar a su habitación mientras veía que el contrario lo siguiera, cuando los dos entraron, cerraron la puerta por pestillo, nadie debe saber de esto. Dust dejó la comida en la cama, vio como su ahora compañero de cuarto empezaba a comerse las carnes. Él ya no encapuchado esqueleto saco los frutos secos para comerlos. Cuando terminaron su pequeño festín, finalmente se acostaron a dormir, el cráneo roto se acostó mirando la pared para descansar, en cambio el propietario de ese cuarto se quedó mirando el techo, se acercó un poco so contrario solo para sentir su calor, calmando finalmente sus pensamientos, haciendo que caiga dormido, su acompañante lo siguió , durmiendose en los siguientes 20 minutos.

Estos dos esqueletos eran observados por el Rey de la negatividad, le era impresionante y curioso lo que ocurría, esta vez... Intentaría algo nuevo, haría que de un sentimiento positivo, salieran cosas negativas... Del cariño y aprecio salen la verdaderas caras de los seres vivos por defender lo que tienen.
Curioso, pensaba el ser de negatividad pura, mientras sentía un leve asco por la calma de dust, pero hará ojos ciegos ante esta situación, para ver cómo se pudrira.