Miedo

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Normalmente cuando tienes miedo pasan las mejores cosas en la vida, es como un sentimiento que te dice "Házlo" y no entiendes el porqué, pero tu lo haces y resulta que aunque no fue una experiencia muy grata, al final es una forma de vivir que se vuelve una costumbre. Con el tiempo el miedo se va y dejas de pensar si es buena idea o no, sólo está aquella voz que te dice que lo hagas y esa voz es la forma más inútil si quieres sobrevivir. Una cosa te asegura y es que vas a vivir un poco más que quien tiene miedo constante.

Creo que el miedo es más una necesidad que se sacia cuando no piensas que no la tienes, pero siempre la tienes y siempre de alguna forma está presente, es como las heridas en las patas que tuve toda mi vida por huir todo el tiempo; al final siempre necesitaba correr hasta que me ardieran y eso estaba bien para mí. Al momento de contar está historia posiblemente tengo miedo por recordar todo ese dolor que tal vez algún día vuelva a sentir... Digo ¿Qué mierda importa? Si eso fue lo que más vivo me hizo sentir.

Recuerdo haber estado en muchos lugares donde el mundo parecía irreal y tuve tanto miedo, pero no había porqué tenerlo por la sencilla razón de que todo estaba controlado. Visité tantos lugares en mi vida pero nada como lo que llaman "acuario" un lugar cerrado con diversas habitaciones donde habitaban los animales, ahí estaban acorralados entre paredes de cristal y una ligera entrada de luz que daba al cielo.

Verlos era un espectáculo hermoso y de terror. Todo estaba oscuro y lo que alumbraba el lugar era el reflejo de la luz de la luna pegando en el agua y reflejando está luz por dentro de las paredes de cristal, mi pequeño cuerpo estaba iluminado por aquella luz azulada que volteaba a ver con admiración, el agua que lucía tan hermosa con todas esas bestias inmensas, sentía que estaba en el paraíso, yo también deseé ser un pescado bajo el agua, aunque parecía que ellos no deseaban estar ahí, con sus ojos decían algo más que yo podía comprender: Miedo, resignación y ganas de algo, no sabía muy bien el que.

Cerca del acuario había un lugar parecido pero no tan mojado, era algo que llaman "zoológico" y ahí los animales parecen ser un poco más agresivos, me acercaba a alimentarme con su comida repugnante, y de inmediato querían tragarme a mí. La verdad lo comprendía, era normal que entre tanta basura yo era lo único bueno que podía haber en ese lugar, pero yo no podía alimentarme de ellos, sino estoy seguro que lo hacía por eso los entiendo. Todos ellos estaban en lo que parecían jaulas y algunas veces estuve en una, más o menos como 300 veces más reducida que las que ellos tienen, pero al fin al cabo era una jaula, se sentía un terror inmenso estar ahí. Creo que el humano tiene miedo de todo aquello que no puede controlar, por eso cuando yo existía en libertad era un tiburón bajo el mar o un león en la sabana: Incontrolable.

A todo esto ¿Cuál era mi punto? Supongo que sólo contar mi vida y dar una reflexión estúpida que no va a servir de nada. Era una rata y eso está bien, tenía miedo y eso estaba bien, había cosas que no podía controlar y eso estaba bien, era la causa más grande por la cual el miedo eran como las pulgas que me acompañaban, no podía controlarlo y eso me hacía útil. Eso me hacía mantener el control y poder entender que controlar el miedo para exponerlo es nada más una señal de que algo está bien y si no lo está, pronto lo estará. La muerte y el miedo pueden separarse, pero siempre están ahí y eso estaba bien para mí.

Todo el mundo tiene miedo, es por ello que tratan de controlarlo y eso... Aparentemente está mal. 

Crónicas de una rata muertaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora