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Estabas sentada, mirando por la ventana de la habitación donde dormías, desde que comenzaste a vivir con Urokodaki y sus tres aprendices.
Era noche buena y el ambiente era relajante, abrazabas el haori y tsuba de tu padre con mucho cariño y apego
—¡¡¡FELIZ NAVIDAD!!!—exclamó Makomo desde la puerta principal.
Te asustaste un poco al escucharla pues fue un sonido muy repentino.
Te asomaste por la puerta notando que Makomo era la que grito desde la entrada principal.
Urokodaki estaba preparando la cena, mientras los otros tres salían afuera, prometiendo volver en unos minutos.
—Urokodaki-san... —dijiste acercándote a él.
—oh Mai-san, ya despertaste, justo a tiempo para la cena— dijo mientras mezclaba lo que parecía ser sopa.
—puedo... Puedo ayudarle con la cena?—preguntaste, sentías que eras una carga al solo dormir y comer, sin hacer nada.
—ya estoy por terminar pero me puedes ayudar a servir la comida.
—Hai—respondiste, sacando algunos platos.
—¿dormiste bien?—asentiste con la cabeza—. Bien, eso es bueno, quizás con el tiempo dejes de dormir tanto y puedas mantener despierta, si es que comes bien—
Urokodaki termino de cocinar y ambos sirvieron la comida, tu ibas poniendo en la mesa cada plato hasta que uno te llamo la atención.
Ese plato de sopa tenía unas hojas de planta dentro.
—um? Esa planta se llama Ashitaba, es una planta medicinal, has estado muy enferma, te ayudará—dijo Urokodaki poniendo el último plato en la mesa—. ese plato es específicamente para ti.
—...Ashitaba...—repetiste en tu cabeza. . . . . . . . <<Flash-back<< . . . . . . .
—oka-san, ¿por qué recoges tantas de esa planta?—pregunto una pequeña tú.
