No malinterpreten los fueguitos hijas de su mamá 🕴️
Comencemos
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Makomo-san ¿estas segura de esto?
—¡pues claro que sí! Si queremos que congenies con los demás pilares debes conocerlos bien, y la mejor opción para esto es Rengoku-san, es él más amigable aparte de Mitsuri-san —dijo Makomo con una sonrisa—. Ademas qué mejor ocasión que su cumpleaños ¿no?
—si tu lo dices...
—no te pongas así, ya lo has visto y has tenido acercamientos hacia él, no está nada mal que lo felicites, le des un regalo, lo abraces... Le des un bes-... ¡Le des confianza!
La miraste dudosa de lo que había dicho, pero segundos después se te olvido un poco lo que te dijo y te distrajiste mirando los alrededores de la zona por la que estaban caminando.
—Por cierto, me gusta mucho este kimono qué te pusiste, se nota que Urokodaki-sensei te quiere más a ti —Makomo fingió tristeza.
—Es un tono simple, Makomo-san —dijiste viendo tu kimono azul marino—. Makomo-san...
—¿si?
—¿No crees que no me quieran ahí?...
—mmm bueno, siendo sincera lo más probable es que Shinazugawa y Iguro no quieran tenerte cerca ¡pero el resto de pilares seguro que te aceptarán!
Suspiraste ante su respuesta y volviste tu mirada hacia el camino a la finca mariposa donde sería la fiesta de cumpleaños del pilar de la llama
❉≤----✰----≥❉
—Hola Rengoku-san ¡Feliz cumpleaños! —dijo la de ojos sian abrazando al nombrado—. Perdón que Tomioka-san y Sabito-san no estén aquí, tenían una misión muy importante, pero ¿sabes quién me acompañó?
La mirada del pilar de la llama se fijo en ti, estando detrás de Makomo quien se había apartado para dejarte ver. Levantaste tu mano y le saludaste, tenias caja en las manos, envuelta en papel de regalo.
—¡Ay si! Se me olvido decirte, Mai-san te trajo un regalo —dicho eso Makomo te empujó hacia él para que se lo entregaras.
—¿A sí? ¡Me alegra mucho! —una gran sonrisa se dibujo en el rostro del mayor, y no solo por saber que le trajiste un regalo—. Así que Mai... ¡es un lindo nombre!
Miraste el regalo en tus manos y luego lo exrendiste hacia él.
—¡Muchas gracias Mai-san!, ¡es muy agradable que me des un regalo! —dijo el mayor, tomando la caja entre sus manos—. ¡Eres muy hermosa!
