¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Hace casi quince días que los uniformes y katanas ya fueron entregados a tus amigos.
Estaban en su primera misión, a lo que se encontraban fuera de casa, o así le decías tú.
Ahora mismo estabas siendo revisada por Urokodaki, ya que habías estado tosiendo sangre.
—abre la boca, por favor. —te pidió amablemente, tú hiciste lo que te dijo y abriste tu boca.
Urokodaki posó su mano en tu barbilla levantandola un poco y con su dedo te trato de abrir más tu boca pero al no fijarse donde puso su dedo, no se dio cuenta que lo puso en un colmillo y se lo enterró profundamente casi sin esfuerzo, causando un ardor casi instantaneo.
Él saco rápidamente su dedo, y tú al sentir tan asqueroso sabor lo escupiste pero, comenzaste a tocer sangre nuevamente, por tu boca caían chorros de sangre, segundos después te desmayaste por falta de esta misma en tu cuerpo.
{¦♡☆❃☆♡¦}
Sentiste algo frío sobre tu frente, a la par que respirabas agitadamente.
Abriste los ojos un poco, acostumbrandote a la poca luz que había. Intentaste respirar con calma pero casi te atragantas con tu propia saliva.
Urokodaki entró en la habitación mientras que sostenía un vaso, se acerco a ti, dejo el vaso a un lado, y te ayudo a sentarme con mucho cuidado.
—tomate esto. —dijo Urokodaki después de pasarte el vaso con una infusión.
El olor era bastante suave, el contenido estaba tibio, de un tono verde claro. Lo tomaste sin ningún problema.
—lo siento...—dijiste, casi como un susurro.
—no te preocupes, yo debí haber tenido cuidado. —dijo mientras ponía el vaso a un lado.
—pero le cause dolor, además no fue su culpa, fue mía por tener colmillos tan afilados... —dijiste con la voz casi apagada.
—no es tu culpa, solo es tu instinto de demonio. —aclaro. —los demonios son seres que comen carne humana y eso hace que sus colmillos o garras sean afilados.
—pero yo no consumo carne humana...
—no lo haces pero, al parecer tu cuerpo reacciona de otra forma, al ser mitad demonio, parte de ti puede que este muriendo, como si tu lado demonio fuera un veneno o virus.
—... —bajaste la mirada, pensativa en su conclusión.
—pero no te preocupes, tomando esta infusión diariamente, seguro hará que mejores, con el paso de los años. —Urokodaki acariciaba tu cabeza. —tengo algo para ti.
—¿qué cosa?.
Urokodaki te paso algo envuelto con una tela blanca, lo tomaste entre tus manos y lo desenvolviste.
Era un bambú de un color verde azulado, este tenia un listón de color rojo, atravesado en medio.
—es una mordaza, es por seguridad, así no lastimaras a alguien o a ti misma —informó —¿quieres que te lo ponga yo?
—si... —respondiste entregándole el bambú.
Urokodaki te apartó el cabello, te puso el bambú en como mordaza.
—listo.
Tocaste el bambú en tu boca y se sentía más cómodo y seguro estar así. Aunque aun no te quitabas de la cabeza el saber que estarías enferma, pero sabias que no sería tan fácil porque tú ya te habías condenado a ese peso.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Palabras: 526
Re corto el cap.
Perdón por no publicar a tiempo.
En fin, estaré editando algunos capítulos ya que según yo le tengo que agregar algunas cosas que se me olvidaron y algunas cosas que quisiera cambiar como por ejemplo el tipo de escritura de los primeros capítulos pero eso ya depende de ustedes.
¿cambio el tipo de escritura de los primeros capítulos?
No>>>
Si>>>
[por cierto el especial de Año nuevo se me eliminó 😢 así que no habrá]
