-hana

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-Ten buen día en la escuela, Hanbin querido- Pronunció su madre, con un aspecto decaido como era habitual, unas pequeñas ojeras junto a sus ojos hinchados, probablemente de llorar toda la noche, otra vez.

-Ten lindo día, volvere lo más rápido que pueda- Respondió con entusiasmo y con una gran sonrisa salió del apartamento en donde se alojaban.

Sung Hanbin apenas estaba cursando su último año de secundaria antes de ingresar a una universidad de artes, era un chico bastante activo y brillante que resaltaba por sobre los demás, su personalidad de confianza y apoyo hacía que cualquiera se le quedara mirando y deseando ser al menos un mínimo porcentaje de como él era. Vivia solo con su madre, no tenia hermanos y su padre había fallecido cuando tenía solo 10, aunque su muerte no fue a manos de alguien más, si no que fue un suicidio. Era habitual que en los noticieros dijeran un porcentaje semanal de los suicidios en todas partes, Hanbin siempre se ponía un poco mal al ver como tanta gente decidia acabar de tal manera con su vida, una parte de él deseaba poder ayudar a todos.

Caminó a paso normal hasta su institución sumamente entusiasmado, eran sus últimos días y justamente estaba a un día de que les otorgaban los resultados de sus examenes anuales para entrar a la universidad. Hanbin estaba confiado, era un muchacho aplicado, con notas exelentes, comportamiento y asistencia completa, no había manera de que fallara o que lo rechazaran.

Su amigo Yedam lo esperaba como era la rutia sentado en unos de los escalones antes de la gran puerta de madera abierta de par a par. Todos usaban un muy correcto uniforme que constaba de una camisa blanca con corbata azul oscuro y un saco o chaleco del mismo color. Los tintes de cabello no estaban permitidos a no ser que sea de un color azul azabache, colores como castaño o rubio no eran muy bien vistos, a excepcion del rubio platino o gris pero claro que corrias el riezgo de dañar mucho el cabello entonces no lo utilizaban.

-Hey Yedamie- Saludó con alegría, devuelta con un asentimiento ligero de cabeza.

-Hey, tan alegre como siempre, ¿eh?- Hanbin asintió multiples veces con una sonrisa de dentadura blanca perfecta. Suspiró levantandose y acomodando su mochila sobre su hombro para al fin ingresar, todos caminaban con pereza y apenas si hablaban, la mayoria parecia no tener más que uno o dos amigos -¿Deberia preguntar por qué estas más emocionado que de costumbre?-

-¡Yedamie!- Le tomó por lo hombros -¡Mañana dan los resulatdos de ingreso a la universidad! ¿No estás emocionado o al menos nervioso?- El menor negó.

-Probablemente me rechacen, no es la gran cosa- Suspiró yendo a su casillero y dejando ahí unos libros. Hanbin puchereó.

-¿Por qué no intentas tener un poco más de confianza en ti mismo?- Le animó.

-Solo espero a que los resultados vayan por si solos, no fantasear al respecto y...- Apretó los labios con nerviosismo -Los profesores siempre dicen que cada uno sabe su resultado y probablemente el mio no sea tan bueno como el tuyo- Hanbin ahora se sentía algo mal por haber mencionado eso, era sabido que la mayoría tenian una autoestima bastante baja y sabia que no era la mejor manera de apoyarlo.

-Lo siento...- Susurró agachando su cabeza.

-No pasa nada- Le tomó de los hombros con una media sonrisa -A todos nos puede pasar, no te pongas tan mal por eso- Dijo por último caminando a su respectivo salon, en las primeras horas tenian clases diferentes pero eso no fue lo que más desorientó a Hanbin.

-"No te pongas mal por eso"- Susurró mirando el suelo, ¿Comó no sentirse mal en este mundo tan decaido y apagado?, que hacía tanto tiempo parecía que el sol no salía, solo se ocultaba tras esas grises nubes que todos los días amenazaban con llover -Si todos estamos rotos por dentro...- Se limitó a decir caminando en direccion contraria a su clase de geografía.

¿ʀᴇᴅ ᴏʀ ʙʟᴜᴇ? - ʜᴀᴏʙɪɴ [pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora