Capitulo 1

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JIMIN: estaba de pie mirando por los ventanales de su oficina cuando el intercomunicador empezó a sonar.

Suspiró, dejó de mirar las calles mojadas de New- castle, cruzó el amplio despacho y contestó a su secretaria.

Suspiró, dejó de mirar las calles mojadas de New- castle, cruzó el amplio despacho y contestó a su secretaria

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__ Dígame _Dijo lacónicamente .
La interrupción no le había agradado y la señora Esther se aclaró la garganta antes de contestar.
_Es su hermano, señor Ferreira _la respuesta sorprendió a JIMIN _ Le he dicho que está ocupado,
Pero él insiste en que usted le recibirá.
JIMIN estaba haciéndose a la idea de que su hermano había tenido el valor de presentarse allí cuando oyó un alboroto y la puerta del despacho se abrió de par en par . SUGA Ferreira, un hombre alto y fornido, estaba en el umbral de la puerta con la diminuta señora Esther, hecha un manojo de nervios, detrás de él.
_¿ qué demonios es esto? _ preguntó con un gesto de enfado que alteraba sus hermosas facciones _
¿Necesito una cita para verte, JIMIN? Ya sé que no nos hablamos desde hace tiempo, pero no te lo tomes tan a pecho.
JIMIN se apartó de la enorme mesa con superficie de granito y miró a le nerviosa secretaria por encima de su hermano.

_No se preocupe, señora Esther. Ya sé que ha hecho todo lo posible.

La secretaria se agarró las manos.
_señor JIMIN, no se olvide de que tiene una cita a las cuatro con el señor Adler.
_No se olvidará _afirmó bruscamente SUGA mientras agarraba el picaporte de la puerta _. No se preocupe, yo tampoco tengo la intención de entretenerlo tanto tiempo; soy su hermano, no soy un inspector de Hacienda.

La señora Esther no hizo caso del comentario y consiguió asomar la cabeza por la rendija de la puerta que se cerraba.

_¿Quiere algo más, señor Ferreira? ¿Quiere té o café?
_Mientras no sea una botella de whisky... comentó irónicamente SUGA.
Un poco de té, señora Esther.si no es mucha molestía _le pidió JIMIN.

_Naturalmente. No es ninguna molestía Suga imitó la respuesta de la secretaria, cerró la puerta y se apoyó en la hoja de caoba _. Sinceramente, JIMIN, sabes perfectamente que esa mujer andaría sobre carbón al rojo vivo si se lo pidieras.Aunque la verdad es que casi todas las mujeres lo harían...
_pero no todas _replico JIMIN con cierta amargura _¿Qué quieres, Suga? Ya has oído que no tengo mucho tiempo.

SUGA se acercó hasta la mesa y se sentó en una de las butacas de cuero.

_Esperemos a que llegue el té. Prefería que la buena de la señora Esther no lo oyera.

_La señora Esther es de absoluta confianza No va contando por ahí lo que oye en mi despacho.

FORBIDDEN LOVERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora