Prólogo

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Siempre le quedó claro su posición en la manada. No era necesario escucharlo. Nunca le fue necesario decirlo. Porque cuando veía la amistad y amor en la manada, él se veía solo. En un rincón intentando no respirar lo suficientemente fuerte como para incomodar o molestar a los demás. Él podía perderse una semana entera y nadie en toda la manada, ni en todo el mundo, se daría cuenta de su desaparición.

No era como Baekhyun quién a pesar de haberse ido dos años de la manada su espíritu seguía rondando alrededor de ChanYeol. Mucho menos era KyungSoo, no tenía ni un gramo de su carisma, no moverían el mundo entero por encontrarlo. Desde que nació solo fue un relleno en la familia. Una carga que, por suerte, KyungSoo decidió tener.

Una vez odió a KyungSoo, alguna vez lo hizo y ahora se arrepiente de ello. Su hermano tenía todo. A él le quedaba permanecer en la oscuridad de su sombra, como una rata. A veces lo aceptaba, pensaba que tenía suerte de tener un hermano como él y otras simplemente lo odiaba porque nadie notaría lo que hacía. Nadie le daría crédito porque primero verían a KyungSoo. No había punto de comparación entre ambos e incluso de esa manera lo hacía.

Cuando era pequeño su madre le dijo "vas a vivir con tu hermano" Soyeon le advirtió lo que le esperaba "espero que al menos aprendas algo de él". KyungSoo no salía de la vida de nadie en cuanto entraba. Era permanente.

A pesar de eso él se mantenía en silencio. No era momento para que lamentara su vida. Su hermano KyungSoo estaba estable, sin embargo en su mirada se notaba un poco de tristeza. Era normal puesto que hace unos años se habían llevado al pequeño cachorro que pensaba criar como su hijo propio. Kai, el líder de la manada también estaba devastado, la preocupación de su pareja también lo consumía a él.

La manada creció en esos dos años en los que Baekhyun se fue. Habían construido una enorme casa con todos los servicios básicos. Tres pisos. En el de arriba, el más alto es que se quedaban KyungSoo y Kai. En el piso del medio estaban los demás. Baekhyun y ChanYeol compartían una habitación con una cama matrimonial, su amor era el más sincero que había en aquel lugar. Un cuarto a su lado estaba Luhan, el lobo pardo se había vuelto más frío que antes, la culpa le pesaba y eso era notorio. Y frente a su habitación estaba la joven pareja que habían acogido hace poco.

Yeji y Mingyu eran dos lobos blancos. Su manada fue masacrada por los lobos negros y ellos buscaron asilo. Kai amablemente les dió una habitación y pidió que sean amables con ellos. Yeji se había vuelto cercana a él en días. Ella era alguien divertida que podía poner en pie su autoestima. Su novio Mingyu era algo distinto, era callado y solo hablaba cuando era necesario. Mingyu prometió que protegería esa manada, que no dejaría que pase lo mismo que con su anterior.

Esa pareja fue como una aire nuevo para ellos.

Yeji ponía una sonrisa en cualquier rostro. Debían protegerla. Al ser la única mujer de la manada era ella quien daría la nueva descendencia.

—Hay problemas —Mingyu se notaba tenso, sus puños estaban cerrados— Yixing —le llamó, serio— es tu hora de hacer algo por la manada.

Mingyu sabía sus penas, cada una de ellas pues Yeji era quien se las contaba con lujo de detalles. Yixing tan solo atinó a asentir y seguir a su amigo fuera.

Mingyu era enorme, casi del mismo tamaño que Kai, su cabello era platino y caía por su frente con elegancia. Él tenía siempre un porte respetable, como un noble. Tenía los ojos negros y su piel era morena. Sus brazos eran del mismo grosor que su cabeza y por eso no era molestado. Yeji por su parte era delgada, cabello rojo, ojos verdes y pecas adornando sus mejillas de oreja a oreja. Siempre llevaba una o dos trenzas que sujetaban por completo su cabello y su sonrisa con perlas blancas podía iluminar una sala entera.

𝐒𝐡𝐚𝐝𝐨𝐰 || 𝚂𝚞𝙻𝚊𝚢  (FLESH 3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora