10. La seguridad

30 2 0
                                    

JunMyeon pudo haber reaccionado de miles de maneras, tal vez la emoción fue una buena opción para responder, pero el lobo negro no se sintió en absoluto alegre. Los ojos del lobo negro se tiñeron del más puro rencor y sujetó a Alix del cuello, en segundos el rubio ya no tocaba el suelo y a penas respiraba.

—No juegues conmigo —susurró. El odio era claro en su voz, la idea no parecía agradarle en lo más mínimo.

Después de bajar a Alix decidió seguir aquel día como si aquellas palabras nunca hubiesen sido escuchadas. JunMyeon no confiaba en Alix, lo culpaba de todo lo malo que había pasado. Ni siquiera volteó para verlo pero, aunque no quiso hacerlo, escuchó sus palabras:

—Puedes confirmarlo si gustas —gritó Alix desde su lugar, con una sonrisa que él usaba cuando sabía que las cosas podrían ir a lo que él quisiera.

Ya iba a ser mediodía. A JunMyeon no le agradaba la idea de dejar solo a Yixing. Porque Key estaba en la manada todavía y conocía de su especial gusto en los guepardo. No iba a mantenerse tranquilo hasta que todo haya terminado correctamente. Por eso decidió dejar de pensar en ello y corrió hasta alcanzar a Yixing.

Yixing estaba quieto justo al final de la manada, esperando el auto que Hanni prometió prestarle para ir a la ciudad. A su lado, Key mantenía la cabeza en alto y parecía estar diciéndole algo demasiado aterrador porque JunMyeon reconoció miedo en el aroma de Yixing. Aprendió que en la última raza en la que podía confiar era en los humanos.

Se apresuró hasta llegar a ellos y con disimulo apartó a Key de Yixing, se había prometido cuidar al guepardo, como un pago por guardar su secreto. Iba a cumplir con ello. Con una mirada le advirtió al humano que mantenga sus manos y palabras alejadas de Yixing.

—El territorio de los lobos grises llega hasta la ciudad del este, donde estaba tu hogar —Hanni se acercó a ellos con las llaves del auto girando en su dedo. Ella parecía estar muy consciente de la situación—. Así que puedes ir por allí sin problemas. Si quieres ayuda puedo decirle a uno de los centinelas que te acompañen.

—Yo voy a ir con él —se apresuró a decir JunMyeon. Su mirada retadora seguía sin apartarse de la de Key quien todavía estaba inmutable con una sonrisa de lado en sus labios.

—Prefiero ir solo —dijo Yixing justo en el momento de entrar a la camioneta negra de la manada.

Solo que antes de que Yixing pudiese asegurar las puertas. JunMyeon ya había entrado a su lado. El auto no arrancó en varios minutos. En los nudillos ya blancos de Yixing se notaba la tensión con la que presionaba el volante. Intentando encontrar una manera en la que su corazón deje de latir con tanta fuerza. Porque él sabía que no debía confiar en el lobo negro y simplemente no podía olvidar los muchos sentimientos que tenía por él.

—Dije que prefiero ir solo —La voz de Yixing sonó ronca, como si ocultara todo su enojo.

JunMyeon se dio cuenta de ello y, en un intento de confortar a Yixing decidió salir de la camioneta, pero fuera Key seguía esperando. Parecía buscar el mejor momento para tener a Yixing. JunMyeon de ninguna manera iba a dejarlos solos, debía proteger a Yixing, por eso volvió a su asiento y suspiró, decidido.

—Y yo dije que iría contigo —aclaró mientras golpeaba con suavidad el asiento en el que Yixing iba sentado—, así que podemos irnos ya.

Yixing apretó más el agarre en el volante y empezó a conducir. Resignándose a pasar todo aquel tiempo con JunMyeon. Decidió que iba a soportarlo, que iba a aminorar el sonido de sus fuertes latidos cada vez que volteaba a mirar el perfil del lobo. Le causaba envidia verlo tan tranquilo mientras él sentía cada segundo como la presión incrementaba en su pecho.

𝐒𝐡𝐚𝐝𝐨𝐰 || 𝚂𝚞𝙻𝚊𝚢  (FLESH 3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora