Capítulo 10

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No sabía donde estaba, solo podía ver un inmenso prado, un bello prado lleno de flores de distintos colores, miró todo confundido, pero una sensación de paz y libertad lo invadió.

Sonrió en grande, eso es lo el quería, sentir aquella libertad y paz, inalo el aire fresco, inco su cabeza hacia atrás, donde la calidez del sol acariciaba su rostro, solto un suspiro ante toda aquella tranquilidad.

Aquí no sentía miedo, dolor, tristeza, pero sobre todo dolor, el se sentía libre, feliz, cómodo, se sentía en casa.

No fue consiente de los minutos o de las horas, el solo podía disfrutar de aquella libertad, aunque aún no sabía donde estaba.

Una cálida mano se poso sobre su hombro, Harry se dio la vuelta y vio como una mujer de cabello rojo y ojos verdes le sonreía calidamente y con lágrimas bajando por sus mejillas.

— ¿Mamá? — pregunto en voz baja, la mujer asintió.

— Soy yo mi bebé — dijo Lily Potter neé Evans, mientras lloraba.

Harry no aguantó más y se lanzó a abrazar a la mujer, su madre, ahora se encontraba llorando en los brazos de la mujer, mientras que ella carisiaba la espalda del joven mago.

Sinto como otra mano comenzó a caricir su cabello, despegó su cara del cuello de su madre y sus ojos verdes se toparon con unos ojos color avellanas.

— Cirvatillo — dijo James Potter con lágrimas bajando por sus mejillas.

— Papá — Harry se lanzó a sus brazos, mientras que el mayor lo abrazaba con fuerza, Lily también se unió a ese abrazo.

Los tres estuvieron abrazados por un tiempo mientras lloraban, los padres se aferraban a su hijo, como el se aferraba a ellos.

— Lo siento — soltó Harry una vez que se separon del abrazo.

Los adultos lo vieron con confusión.

—¿Por que dices que lo sientes Cervatillo?— Cuestiono James aún acariciando el cabello de su bebe.

—Por su muerte, porque Voldemort nos buscara, que nos atacara, todo fue mi culpa—  Exclamo el niño con la voz rota, apretando a su madre con más fuerza.

Lily no pudo evitar cerrar los ojos con fuerza, sintiendo las lagrimas al borde de salir, sabía todo lo que había pasado su pequeño, después de todo, James y ella siempre estuvieron allí, Lily recordó el odio que llegó a sentir por su hermana luego de ver todo lo que Petunia le había hecho a su pequeño hijo, las ganas de torturarla por permitir que su esposo golpeara y matara de hambre a su hijo, las ganas de volver a estar viva solo para tener el poder de lastimar a su hermana.

A pesar de todo, no sabía que su hijo se culpaba por sus muertes, siempre creyó que él sabía que tanto ella como James habían hecho todo porque lo amaban.

Compartiendo una mirada con su esposo pudo ver que el pensaba lo mismo que ella.

— Oh mi bebé — dijo Lily mientras acariciaba su rostro — No es tu culpa, nosotros decidimos salvarte, dar nuestra vida para que tu puedes vivir y tener una buena vida — no puedo evitar llorar en lo último.

Su hijo no tuvo una buena, solo tuvo dolor y tristeza, pero por lo mensos tuvo amigos que estuvieron con el.

— Fue culpa de Dumbledore , el tuvo que dejarte con Sirius, pero el dejó que encarcelaron ingustamente — comenzó a decir James — Se que Sirius actuó con ira y dolor, pero debió tomarte y irse lo más lejos posible — dijo pero después negó con la cabeza — Tu no merecías eso, tu no merecias estar con aquellas personas — James le dijo.

 𝐄𝐋 𝐃𝐎𝐋𝐎𝐑 𝐃𝐄 𝐔𝐍𝐀 𝑴𝑬𝑵𝑻𝑰𝑹𝑨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora