Capítulo 15

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Viserys I Targaryen, primero con el nombre, Rey de los siete reinos, hijo Bealon príncipe de la primavera, ex jinete de Belarion el terror negro, a la edad de dieciséis años contrajo matrimonio con su primera esposa, Aemma, la cual tenía solo once años.

Y cual el tenía decisiete años y ella doce, se encamaron, y después vinieron los abortos empontanios, bebes necidos muertos con haspento de dragón, un bebé muerto en la cuna, pero el año 97 d. C, tuvieron a Rheanyra, un bebé milegro.

Pero ni bien Aemma se recuperaba del parto, se volvían a en camar, volvieron los abortos, los gritos y los llantos de dolor, pero ellos tenían un deber.

Hasta en el último de Aemma, la esperanza de que estaba vez fuera un niño, fuerte y sano, eran grandes para el y el reino, pero su deseo por aquél niño fue tan grande, que condenó a su amada a la muerte.

Estaba tan perdido en sus pensamientos que se olvido de aquella miraba gris como una tormenta, lo miraban fijamente, con emociones que oculto bien.

Asco, pena, enojo.

Sirius no entendía como aquel hombre, que se veía justo y amable, condenó a una mujer a vivir aquello, ¿tan miserable tenias que ser en tu vida, para poner la felicidad de tu esposa sobre un reino que tarde o temprano podría traicionarte?.

En verdad no la amaba, por que si la amaba en verdad, jamás la someteria aquel dolor y sufrimiento, un verdadero hombre jamás haría eso.

— Su Magestad — Sirius lo llamo con seriedad.

— ¿Crees que estoy haciendo lo correcto? — le pregunta Viserys mientras lo miraba.

Sirius lo miro atentamente, pensando un poco en las palabras que usaría.

— ¿Quieres la verdad? — el Rey sintió — En una pequeña parte estas haciendo lo correcto — dijo Sirius y Viserys lo miro.

Harry de sentía en paz, una paz tan cálida que hacía que todos sus demonios se fueran, miró de reojo su costado y no puedo evitar soltar un suspiro, ver aquella pequeña sonrisa en los labios de Helaena, le causaban muchas emociones

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Harry de sentía en paz, una paz tan cálida que hacía que todos sus demonios se fueran, miró de reojo su costado y no puedo evitar soltar un suspiro, ver aquella pequeña sonrisa en los labios de Helaena, le causaban muchas emociones.

Los dos se encontraban caminando en el jardín principal del castillo, los dos ignorando las miradas de todos, tanto de los empleados y de aquellos nobles de alta cuna que llegaron para su banquete de legitimidad qué será en dos días.

Pararon de caminar cuando Helaena dio su atención a una bella mariposa qué posaba en una rosa, el ojiverde la miraba enbalsamado, y si más se arrodilló al lado se hermosa tía.

Harry sabía por Aemond, qué a Helaena qué las mariposas eran sus favoritos, por esa rozson le regalo un collar de mariposa, el cual tiene un hechizo para captar venenos.

—Mi hermosa mariposa — el no miraba al bicho, el la miraba a ella y solo a ella, y sonrío al ver el pequeño sonrojo en ella.

Helaena sentía su rostro arder ante lo dicho por Harry, también sentía su corazón latir con fuerta, cuando el ojiverde la tomo delicadamente de la mano, sus ojos lilas miraron aquellos ojos verdes esmeladas qué tanto le encantaba.

—Helaena — dice con voz sueve sin dejar de mirarla.

—¿Si, Hadriel? — ella susurro.

— Cuando te vi sentí algo raro por dentro
Una mezcla de miedo con locura — su alto Valyrio era encantador —Y tu mirada, me juro que si te pierdo Habré perdido la más grande fortuna — dice mientras saca algo de su bolsillo — Cuando te vi, tuve un buen presentimiento, De esos que llegan una vez en la vida — el le coloco un bello anillo de mariposa en su dedo anular — Quiero tenerte aunque sea solo un momento
Y si me dejas, tal vez todos los días — dejo un cálido beso en su mano.

Helaena se le quedó mirandolo, con muchas emociones, amor, añoranza, ilusión y esperanza.

— Este es un anillo de promesa, mi hermosas mariposa — comenzó a decirle — Te prometo que cuando sea legitimizado, te haré mi esposa, se que no quieres joyas, ni mucho menos un castillo — dice un poco divertido, la ojilila sonrío — Pero voy a darte mi amor, mi fidelidad, velare tus sueños, tus anhelos, darte una vida con más sumas que restas — Harry vio como los ojos de su amada se cristalizaban — Si tu me dejas — susurro mirándola.

— Si — una sonrisa tímida se poso en sus labios — Si quiero Hadriel — dice Helaena con un pequeño sonrojo.

El Potter sonrío y dejo un beso en la mejilla de ella, los dos estaba ajenos aquellas personas que lo miraban, con asombro, no solo por su muestra de cariño en público, sino por las mariposas de muchos colores que volaban al rededor de ellos, dándoles un aspecto mágico.

— Ellos se aman — dijo Viserys mirándo desde su balcón a Harry y Laena.

— Ellos están destinados a arder juntos, su Magestad — le dice Sirius, a mejor dicho el nuevo Lord Mano.

— Ellos están destinados a arder juntos, su Magestad — le dice Sirius, a mejor dicho el nuevo Lord Mano

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803 palabras, lo se corto pero bonito.

Helarry

El anillo

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El anillo

El anillo

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 𝐄𝐋 𝐃𝐎𝐋𝐎𝐑 𝐃𝐄 𝐔𝐍𝐀 𝑴𝑬𝑵𝑻𝑰𝑹𝑨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora