Capítulo 14

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Helaena Targaryen se encontraba en su habitación junto a sus hermanos y madre, era uno de esos días donde ellos pasaban un día en familia solo entre ellos, la joven de cabellos plaedos tenía entre sus manos aquella rosa blanca, que Harry le había dado hace un día.

Sintió como sus mejillas se colocaban rojas ante el recuerdo de esos ojos verdes mirándola calidamente, o esa sonrisa cariñosa que le daba cuando ella hablaba sobre sus incetos.

Suspiro soñadorente cuando el recuerdo de aquel sueño, y no podía esperar el momento que aquel sueño sea realidad.

— Helaena cariño — llamo su madre con voz cálida, la mencionada la miro —¿Estas bien? — ahora su voz sonaba preocupada.

— Lo estoy madre —dijo para volver si mirada a la flor de cristal.

Su madre la miro y después miro la bella flor de cristal en la mano, la curiosidad nació en la Reina verde, miró de nuevo a si hija.

—¿Es una bella flor, quien te la dio? — le pregunta suavemente.

Helaena tardó un poco en responder, y sin despejar la mira de flor digo.

— Me la dio Hadriel en forma de comenzar el cortejo — sus hermanos la miraron rapidamente, Aemond dejo su libro de lado y camino hacia su hermana, Aegon se levantó del suelo rápidamente.

—¿Como? — dijeron los dos al mismo mientras se colocaban en frente de su hermana.

—Si, Hadriel me pregunto si el podría cortejarme y le dije que si — dijo ella dejando la flor sobre su regazo y mirando a sus hermanos.

Aegon soltó una risa y después hincho su pecho orgulloso.

—Ese es mi sobrino — dijo Aegon orgulloso — Anda con todo y más si se trata por una hermosa mujer, como lo  es mi hermana — su sonrisa fue borrada por el golpe de Aemond.

— Nuestro sobrino de quinse años esta cortejando a nuestra hermana de viente dos años — dijo Aemond con obviedad por el asunto.

—¿Y? —Aegon mira a su hermano — Yo su edad ya estaba cortejando a mujeres más mayores que Hela — dice.

Aemond vuleve a golpearlo de nuevo, mientras la risa de Helaena se escucha y el bufizo de su madre.

— Aegon, no estabas cortejando, estabas coqueando bulgarmente con mujeres mayores si, pero casadas — le dice Aemond con reproche.

El mayor de los hermanos se mostró descaradamente ofendido, y comenzó una absurda pelea con su hermano menor, sobre que el es muy amargado y reservado.

Antes que la Reina Alicent pudiera regañar a sus hijos, una de las de las doncellas de Helaena entró a la habitación con la mirada abajo y con algo entre sus manos.

— Su majestad, príncipes — dijo mientras se inclinaba rebrevemente — Esto es para la princesa Helaena — dice mientras le entregaba la pequeña cajita junto a una carta.

Helaena las tomo con cuidado y después le dio una sonrisa a la joven doncella, la cual se lo devolvió, hizo una reverencia y se fue.

La ojilila primero abrió aquella pequeña cajita y sus ojos brillaron al ver un hermoso collar de una mariposa dorada con pequeños diamantes, sonrío y después abrió la carta.

"Las mariposas simbolizan amor, libertad, esperanza, vida y resistencia.

Helaena, tu eres mi mariposa.

H. P"

La Targaryen se sonrojo, y una enorme sonrisa se dibujo en sus labios, alzó la mirada y se encontró con sus hermanos y madre mirándola con una pequeña sonrisa.

 𝐄𝐋 𝐃𝐎𝐋𝐎𝐑 𝐃𝐄 𝐔𝐍𝐀 𝑴𝑬𝑵𝑻𝑰𝑹𝑨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora