Una hermosa joven de veinte dos años, cabellos plaedos y ojos lilas, se encontraba sentada debajo de un árbol mientras que en sus manos había un oruga, esa joven de nombre, Helaena Targaryen la segunda hija del Rey Viserys y única hija de la Reina consorte Alicent Hightower.
Helaena se encontraba murmurando como era de contumbre, ella tenía sueños, sueños de dragón, pero tomemos su hermano Aemond, la llamaban loca.
Hace unos días atrás soñó, con ella misma usando una bella corona de lirios rojos, en sus brazos había un niño de cabello plaedos y ojos verdes, mientras que estaba embarazada, a su lado estaba un hombre alto de ojos verdes, la miraba con cariño y amor, y ella se sentía protegida.
— Hola — una voz sueve la saludo y saco de su ensoñación, alzó la mirada y se topo con aquello ojos verdes que la tienen muy intrigada.
— Hola Hadriel — devolvió ella el saludo, para después volver su atención a la oruga.
Harry la miro, el estaba completamente nervioso por dentro, hace unos días atrás había hablado con su padrino de como el sentía como su magia bailaba al rededor de su tía, su padrino solo lo miro con una sonrisa y le explico el porqué, Helaena, su tía la que literalmente le lleva siete años de diferencia, pero raramente a él no le molestaba en absoluto.
Apretó un poco el libro que tenía en sus manos, solto un suspiro mientras se acercaba un poco más a ella.
—¿Puedo sentarme junto a ti? — pregunto sin dejar de verla, vio como ella asintió levemente y el se sentó en una distancia prudente — Te traje un libro sobre criaturas de mi mundo — comentó Harry ganando la atención de la princesa, el ojiverde le estendio el libro.
La ojilila lo tomo con cuidado aquel libro, y lo miro con suma atención, "Animales fantásticos y donde encontralos, de Newt Scamander", sus ojos brillaron con curiosidad, mientras sonreía suavemente.
Y Harry sintió como su corazón latía con fuerza, esa sonrisa era hermosa, muy hermosa.
Helaena sintió la mirada verdosa en ella y no puedo evitar sonrojarse, con timizez alzó la mirada.
— Te vi en mis sueños y desde ese momento te espere — confesó la peliplaeda sin dejar de mirarlo a los ojos.
Harry se mostró sorprendido ante aquella confección, pero después sonrío un poco, ahora entendía por que su madre le dijo que fuera feliz con la soñadora, Helaena es la soñadora, su bella señodora.
—¿Me permitirías contejarte como es debido princesa? — le pregunta mientras con su varita vuelve una flor a uns bella flor de cristal y se la da.
— Me encantaría Lord Potter — dice mientras tomaba la bella flor de cristal con una mano.
Los dos se miraron a los ojos y se sonrieron, para después de unos minutos comenzar con una agradeble conversación, la ojilila le preguntaba algunas cosas sobre la magia y el ojiverde le respondía con una sonrisa.
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