Vegeta x Fem Goku

Capitulo 29

Rivales preliminares

Rikku se estiró en su cama vestida únicamente con una camiseta negra y pantalones negros elásticos. Krillen se sentó en la cama junto a ella. A pesar de la incomodidad de su diferencia de género, Rikku había insistido en que compartieran habitación y se pusieran al día. No había visto a Krillen desde el día en que murió y quería saber todo lo que había estado pasando. Bulma y Launch compartían la habitación a su derecha, Yamcha, Puar, Oolong y Roshi a su izquierda, y luego Tien y Chiaotsu al otro lado del pasillo.

"Entonces, ¿cómo fue entrenar con Kami? Apuesto a que fue difícil".

"Sí. Fue todo un desafío. Probé mi fuerza todos los días y superé mis límites con cada paso. Fue increíble". Ella se volvió para mirarlo sonriendo.

"Tu fuerza debe haber aumentado una tonelada después de todos tus viajes". Ella se recostó de costado frente a él y las sábanas se deslizaron. La vista hizo que Krillen se sonrojara. Su corazón latía con fuerza en su pecho y rápidamente lo cubrió con una risa.

"Estoy seguro de que encontraremos muchos guerreros duros con los que luchar mañana".

Rikku se puso boca arriba y miró fijamente al techo mientras pensaba en el hijo del rey Piccolo. No sabía qué tipo de fuerza tendría esta nueva versión pero tenía que darlo todo. Kami y todos contarían con ella. Esta vez no dejaría morir a nadie.

"¿Rikku? ¿Hola?" Rikku salió de su aturdimiento y se rió un poco.

"Lo siento, estaba pensando. Estoy bien. ¿Cómo está el clima afuera?" RIkku preguntó, sus ojos comenzaron a sentirse pesados ​​y cayeron. Krillen se levantó de su cama mirando por la ventana. Dio un pequeño suspiro y se volvió.

"Esta lloviendo otra vez." Hizo una pausa al escuchar un suave ronquido de ella y eso lo hizo reír. "Profundamente dormido." Él se acercó cubriéndola completamente con las mantas. Hizo una pausa al ver sus labios suavemente pelados y sonrojados. Tragó saliva con fuerza y ​​miró a su alrededor para ver si alguien estaba mirando. "Un pequeño beso no hará daño." Inclinándose, rozó suavemente sus labios con los de ella y un golpe repentino lo hizo sobresaltarse y caer de espaldas sobre su trasero.

"Hola Krillen," la voz de Roshi se tiñó a través de la puerta. "¿Puedes darme una almohada extra para Oolong? No dejará de quejarse del suelo duro".

Murmuró Krillen tomando una almohada de su cama y tirándola a la cara de Roshi. "Aquí tiene maestro. Buenas noches". Luego cerró la puerta y suspiró golpeándose la cabeza una vez. "Me siento estúpido ahora". Levantó la mano para tocar sus labios y luego sonrió. "Aunque valió la pena".

La mañana siguiente amaneció un día soleado que dio a todos un poco de alivio. Rikku y los demás estaban ansiosos y emocionados como siempre por las perspectivas y los nuevos resultados del torneo. Sin mencionar quién se llevaría el título a casa.

"Maestro, ¿trajiste mi viejo uniforme?"

"No, no lo hice. Ese uniforme ya no les queda bien en tamaño o estatus. Todos ustedes han superado mis lecciones. Lo que usan es suyo".

Lo cual estaba bien para ella. Mientras todos se vestían para las rondas preliminares, Krillen lució su nuevo uniforme. "Tada, ¿qué piensas? Sabía que el Maestro Roshi no nos dejaría conservar los viejos, así que hice este a medida".

Yamcha se quitó el abrigo revelando el mismo uniforme en su talla. Él se rió entre dientes. "Parece que conocemos al mismo sastre".

"Yo también", se unió Rikku con su atuendo personalizado con una camisa negra debajo. Fue entonces cuando Yamcha notó algo extraño.