Vegeta x Fem Goku

Capitulo 50

¿Acertar o fallar?

Vegeta se sintió en la cima del universo. Karat había dejado de moverse en sus manos y yacía inerte en sus palmas con su rostro completamente sumiso y agonizante. La saliva se le acumuló en la boca ante la idea de tenerla para él solo en ese pequeño y reducido espacio de su nave espacial. Aunque sus huesos se romperían y él no podría hacer lo que quisiera, ella sanaría cuando llegaran a la base de Freezer. Luego se tomaría su dulce tiempo para darle el máximo placer que una mujer saiyajin podría tener.

"Finalmente te tengo exactamente donde te quiero, Karat. Una vez que el haz de ondas se atenúe, abandonaremos este planeta sucio".

"¡No la llevarás a ninguna parte!" Gohan gritó saltando a la vista frente a Vegeta. "¡Bajaste a mi mamá ahora mismo!"

"Je, oh no, el mocoso de Karat ha venido al rescate". Giró la cabeza de Rikku para mirar a la de su hijo. Sus ojos se cerraron y su rostro se contorsionó por soportar el abuso de Vegeta. "Deberías estar orgulloso de ella. No es frecuente que tenga que transformarme para ganar una batalla".

Las orejas de Vegeta se movieron y saltó justo a tiempo para esquivar el disco destructor de Krillen. Tanto Gohan como Krillen jadean y se estremecen de miedo. "¿Realmente pensaste que no lo sabría? En el momento en que lo vi por primera vez supe que estaba tratando de distraerme. De ninguna manera creería que es tan estúpido como para venir solo".

Sostuvo a Rikku como si fuera un trofeo. "¡Diría más suerte la próxima vez, pero no habrá una próxima vez! ¡Una vez que haya puesto a Karat en una cámara de curación, regresaré para terminar el trabajo!"

"¡No!" ¡Gohan gritó! Acababa de recuperar a su madre, de ninguna manera dejaría que este monstruo se la llevara. "¡Bájala ahora!" Sus ojos palpitaban de un rojo intenso y lo miraban con tanto odio.

Vegeta se rió entre dientes. Admiraba la determinación y la audacia del chico, pero se reía de su estupidez. "Lo siento chico, pero no estás en condiciones de darme órdenes".

: ¡Oh, no, Gohan!" Krillen tartamudeó incapaz de moverse detrás de la gran forma de simio de Vegeta. No tenía idea de qué hacer, no era lo suficientemente poderoso como para detener a Vegeta.

De repente, un fuerte rugido resuena en sus oídos. El rugido no se parecía en nada al rugido de hambre sediento de sangre que esperaba. Fue más bien un cuajo de sorpresa. Abrió los ojos de nuevo y se quedó boquiabierto cuando vio la cola de Vegeta caer al suelo de tierra y a Yajirobe corriendo para salvar su vida detrás de las formaciones rocosas. Rikku cayó de los brazos de Vegeta aterrizando con un ruido sordo, jadeando por aire y gruñendo de dolor. Ella estaba fuera de esto para siempre. A pesar de que volvió a la normalidad, Vegeta seguía siendo una amenaza muy grande.

"¡Estúpido! ¡HUMANO ASQUEROSO!" Miró a su alrededor, con el ojo malo entrecerrado y el bueno ardiendo sobre sus víctimas. "Os haré pagar. ¡Os haré pagar a todos!"

Rikku gruñó cuando Krillen y Gohan intentaron moverla. "Rikku tenemos que movernos." Krillen suplicó cuando Vegeta se tomó el tiempo de buscar al pequeño enano que le había cortado la cola.

"No puedo mover a Krillen. Ve, sal de aquí mientras puedas".

"No mamá, no te vamos a dejar".

"¡Acabáis de sellar vuestro propio destino!" La voz maliciosa de Vegeta picó el aire mientras aterrizaba. Incapaz de encontrar al cobarde, se ocuparía de todos ellos a la vez.

Gohan saltó a la pelea. "¡Olvídalo, no dejaré que te acerques a mi madre, gran matón!"

Vegeta le gruñó al imbécil saiyajin del tamaño de una pinta. Miró hacia arriba con los ojos duros y decididos de su madre, pero donde yacía su espíritu, su cuerpo temblaba de miedo. "Je, por mí está bien. ¡Muéstrame qué idiota tienes!"