Vegeta x Fem Goku

Capitulo 91

Cuando dos dioses chocan

Los ojos de Rikku parpadearon ante la advertencia, sus labios se abrieron en un grito y dejó volar el primer puño. Beerus lo atrapó con una mano y sus ojos brillaban. Oh, sí, tenía poder, mucho más del que tenía en el mundo del Kai. Sintió el escozor y la ráfaga y su cola se movió de emoción.

Él la empujó hacia atrás, ella se dio la vuelta pero se lanzó de nuevo una vez que su cuerpo estuvo erguido. Ella se abalanzó sobre él con fiereza y dureza; para el ojo normal, los movimientos eran demasiado rápidos para verlos y aparecían y sonaban como bombas de luz. Sin embargo, para un par de dioses, los movimientos de Rikku eran lentos y calculadores, golpeando y atacando de maneras nuevas y feroces, probando cada centímetro del nuevo cuerpo.

"Es increíble pensar que este poder que estamos presenciando sea sólo la punta del iceberg". Piccoro hizo una mueca. "Si tienes razón, Gohan y Rikku ni siquiera han comenzado a mostrar sus capacidades, entonces debo decir que es un poco desconcertante".

"¿Por qué dices eso, Piccolo?" Gohan giró la cabeza para mirar a su antiguo mentor.

"Esta batalla que están librando, si continúa intensificándose, podría muy bien causar la destrucción de nuestro planeta, tal vez incluso más. No tenemos idea de cuánto puede intensificarse el poder... y sólo podemos esperar que Rikku sepa qué ella está haciendo."

"Ella no tiene ni idea." Vegeta dijo con confianza y giró su rostro para evitar que Bulla le metiera los dedos en los ojos. "Ese poder es tan extraño para ella como un lenguaje extraño. Necesitará tiempo para adaptarse y encontrar el paso correcto para liberar y ocultar la cantidad adecuada de poder. Tiempo que no tenemos".

Rikku hizo una mueca y jadeó cuando Beerus le dio varios golpes en la cara y en el estómago. Ella se recuperó y se alejó varios metros para tener tiempo para pensar. Demonios, no podía seguir a este ritmo, necesitaba aumentar la potencia... pero ¿cómo podía hacer eso y seguir siendo consciente de su entorno? Si tan sólo hubiera un lugar mejor para luchar.

"¡GEH!" Rikku se tensó cuando sintió a Beerus a su lado y su golpe sorpresa la arrojó al océano. Ella sopló burbujas e hizo pucheros permaneciendo sumergida un momento para ordenar sus pensamientos. Ella no tenía otra opción. Beerus no lo irá fácil y destruirá la Tierra si ella no lo derrota. Sólo tendría que liberarse poco a poco, ver cuánto poder tenía que usar contra él para hacerle ver que hablaba en serio.

Asintiendo, volvió a volar en el aire y se sacudió el agua sonriendo.

"¿Te hice esperar?"

Beerus se rió, extendió los brazos y le indicó que se acercara a él.

Los chasquidos y pulsos de luz que estallaron en el aire ondularon como fuegos artificiales. Por un lado, Trunks y Rika estaban uno al lado del otro junto a las barandillas, con los ojos tan grandes como platos.

"Nunca había visto a tu madre pelear así antes de Goten".

"Yo tampoco... pero te digo cómo luce ella en realidad, se está divirtiendo. Pensé que subir a ese gato malo sería aterrador".

"Ah, no da tanto miedo. Majin Buu tenía un aspecto mucho más espeluznante".

"A quién le importa lo espeluznante que se vea". Rika intervino con un puchero. "Lo que importa es qué tan fuerte es, y es mucho más fuerte que Majin Buu, lo demostró al golpearlo antes".

"Tienes razón", reconoció Trunks y se cruzó de brazos. "Hmmm... ¿no sería realmente interesante si cuanto más poder maligno tuvieras, más aterrador y espeluznante te verías?" Trunks hizo una mueca que hizo que Goten se riera y Rika se tapó la cara con una mano.