Seis de enero, mis zapatos están bien colocados esperando el regalo de reyes magos, estoy acostado en mi cama sin dormir de la emoción, aun no entiendo el sigilo de mis padres al caminar y dejar sus regalos, yo era un niño demasiado hiperactivo,me despertaba hasta el sonido de los mosquitos cuando ya estaba en un sueño profundo y un mar de saliva en mi almohada, no era un niño ruidoso pero en el silencio mis huellas llegaban a la pared y el techo, no merecía regalos de navidad ni reyes por ser así de loco, sin embargo mis padres siempre me dieron alguna cosa por más mínima que fueran, hoy ya soy grande y no quiero regalo solo quiero volver el tiempo atrás y abrazar con todo el amor a mis dos padres que siempre me dieron algo con que jugar o vestir, lo que más ameritaba la situación. Regalo de reyes o de navidad, a veces ambos juntos, un enigma saber la apariencia de Papá Noel o de Melchor, de Gaspar o de Baltazar, una misión de sigilo que ni el mismo Jhon Wick podría lograr y agradezco nunca haberla logrado ya que me cuidaron mis emociones de pequeño con todo cuidado e ilusión, hoy con diecinueve años lo único que quiero es que el día se pase rápido al igual que los demás ya que estoy aburrido de ahora yo soy mi propio rey mago pero sin la magia ni los regalos, solo con la pena y el recuerdo de tiempos pasados.