Capitulo 8: Decisión...

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—A todo esto ¿porque un general del rey demonio me dice todo esto?

No soy idiota pero debe haber algo que quiera de mi

Sostuve la empuñadura de mi espada instintivamente, preparado para escapar.
No quería arriesgarme a tener una pelea en este momento.

Sylvia se labio los labios al ver como había reaccionado, lo que me incomodó aun más.
  

—Veo que aun no confías en mi chico, pero como te dije solo vine solo a comprobar algo y ya lo hice. Te digo esto para que sepas en que situación te encuentras... Y para que sepas de que lados debes estar.
   

“¿Que acaba de decir?” ¡Espera! ¡A que te refieres exactamente!, ¡Oi, no te vayas!
   

No pude preguntarle qué demonios vino a comprobar

Sylvia se esfumó.

Me dolía la cabeza de solo pensar a que se refería y lo único que me venía a la cabeza era la princesa, pero ya era muy tarde...
 

~Tengo que terminar esta misión cuanto antes...

Me dirigí de nuevo hacia la posada, después de mi corto encuentro con Sylvia.
Las calles estaba completamente solas a esas horas, ya que todos estaban bebiendo en el gremio.

Era tranquilizador de cierta manera, pero aun me preguntaba que debería hacer desde ahora.
Lo unico que tenia claro fue que no quería involucrarme en los asunto de la realeza ni con el ejército del rey demonio. Ninguno me convenía para nada.

 
—Espero que lleguemos rápido a la capital...

Al llegar a la posada escuche un par de ruidos provenientes de mi habitación, a lo que la recepcionista un poco avergonzada me dijo:

—¡Perdón por el escándalo Satou-Dono!, ~pero me temo que la señorita Claire hizo un desastre en su habitación después que llegó del gremio...
   

Ya que recuerdo le había pedido a la recepcionista que cambiará la cerradura de la habitación para que esto precisamente no sucediera, pero no la culpo, la Tomboy había derribado la puerta para entrar... Ligeramente...

 
(Suspiro) —No te preocupes... Yo me haré cargo de ella desde ahora...
 

—Eto... ¿Y la puerta?~
    

—Ella la pagara.

 

—~Entiendo... Volveré a la recepción entonces. Si necesita algo estaré a su orden Satou-Dono.

“¿Y ahora que hago con esta loca?, ¿será que la lanzó por la ventana?...”
 

En medio de mi dilema la princesa entro a la habitación.
    

—Kazuma-Dono podríamos hablar un poco...

Su tono de voz era algo tímido.
 

—Si, Claro... Igual no tengo nada que hacer... Aun. —respondí, mientras miraba la ventana—?¿de que quieres hablar, princesa?
 

—Me preguntaba... ¿Si podría contarme alguna de sus historias? —pregunto, mientras jugaba con sus dedos tímidamente.
 

¿Historias? Aunque no lo parezca no tengo ninguna.

—Puede ser de cualquier cosa. Mi madre solía contarme historia para poder dormir y Rain y Claire están... Indispuestas justo ahora.

 
—Entiendo... Creo que podía contarte.
Hace algunos años me registre como un aventurero novato, pero no me fue para nada bien.
Al principio me costaba lidiar con simples goblins hasta el punto que decidí rendirme y dedicarme a otra cosa...
Esos días fueron muy duros. También trabaje de muchas cosas pero en ninguna llegaba a sobresalir.
Recuerdo que una ves durante el invierno casi muero al no tener donde protegerme del frío así que tuve que dormir en la alcantarillas de la ciudad para poder sobrevivir. También tuve que comer de la basura lo que hizo que me enfermara más de una vez. Hubo un tiempo que pensaba que estaba destinado a ser un completo perdedor y de cierta manera aun lo sigo siendo pero pude avanzar y salir adelante gracias a muchas personas que me dieron una mano cuando casi doy todo por vencido. Luna, Dust, Lean, Wis... Y muchos más fueron lo que me ayudaron a seguir de pie.
Es irónico ya que yo era del tipo de personas que no le gustaba ese tipo de cosas hasta el punto de alejarme de los demás por mi propia inseguridad...
¿Bien, que le parece mi historia, princesa?
   

«Konosuba: Sistema de Reencarnación»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora