𝐄𝐭𝐞𝐫𝐧𝐚𝐥 𝐏𝐫𝐢𝐝𝐞

Capítulo 8

Esta historia no me pertenece, es una traducción. El autor original es Bertoti, usuario de Fanfiction.

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La tarde casi había terminado y Vegeta, a pesar de que sus músculos gritaban y su piel ardía por el constante roce de su lucha mental contra su enemigo vestido de naranja, algo que irónicamente era cotidiano incluso antes de todo lo sucedido, continuó entrenando con la misma intensidad con la que comenzó, sin verse afectado ni siquiera por la leve disminución del poder que lo alimentaba.

La parte superior de su ropa había desaparecido, destruida por la fricción gravitacional, y casi se podría decir lo mismo de sus pantalones. Sus músculos brillaban de sudor y su corazón latía cada vez más con una excitación incontrolable.

Incluso en este corto período de tiempo, pudo sentir que se estaban logrando avances.

Esta fue la primera sesión de entrenamiento real que había realizado después de equilibrar su Ki en Yardrat, ya que Beerus prácticamente solo desquitó su ira con él en una pelea unilateral y lo hizo destruir cosas, llegando a la conclusión de que el Control del Espíritu era una de las mayores razones que permitió a padre e hijo superarlo una y otra vez.

El descanso y la meditación adecuados también formaban parte de lo que se ignoraba en el pasado.

Esta vez, sin embargo, no cometería los mismos errores y aprovecharía al máximo lo ignorado y avanzaría a nuevas alturas.

Además, a regañadientes, Vegeta admitiría que ser joven tenía sus ventajas y era... agradable.

Su hombro izquierdo solía molestar un poco después de todas las veces que había sido dañado en combate pero ahora estaba en perfectas condiciones. No sólo eso, su cuerpo en su conjunto respondió mucho mejor a su voluntad y parecía ser capaz de extraer mucho más poder, así como mantenerlo por más tiempo que antes.

«Por ser un Saiyajin, siempre pensé que permanecería en mi apogeo hasta los últimos días de mi vida —al ver la diferencia al recuperar más de la mitad de la vida desperdiciada en el ejército de Freezer, Vegeta tuvo otros pensamientos sobre esta verdad—. ¡Incluso en mi forma divina, no me sentía tan bien!»

Parecía que incluso muerta, Bulma sabía cómo sorprenderlo con algo que ni siquiera sabía que necesitaba.

«¡Con este cuerpo y la posibilidad de un nuevo tipo de energía presente en los seres de este mundo, será solo cuestión de tiempo antes de que obtenga el poder que necesito! —Kakarotto no podía esperar y Vegeta le presentaría el mismo regalo que recibió por su complacencia—; ¡Nada más que muerte!»

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—Entonces... —Yang revisó la dirección en su scroll por décima vez y volvió a preguntar sobre su constante duda—: ¿Estás segura de que es aquí?

Weiss estaba haciendo todo lo posible por mantener la compostura ante la insistencia en cuestionar lo obvio numerosas veces y dignarse a responder... otra vez.

—No entiendo el motivo de su dificultad para aceptar que no estamos perdidas —ella no vio mucho en este lugar. De hecho, era muy bonita y espaciosa; casi como la casa de campo de su familia.

«Mucho mejor de lo que esperaba encontrar.»

Weiss no tenía ningún tipo de prejuicio... tal vez un poco sobre algunas cosas, pero se estaba esforzando por cambiar, el punto era que existía la posibilidad de que Vegeta, considerando la expresión rígida y la actitud severa mostrada la mayor parte del tiempo, viviría en un ambiente más... hostil.