𝐄𝐭𝐞𝐫𝐧𝐚𝐥 𝐏𝐫𝐢𝐝𝐞

Capítulo 12

Esta historia no me pertenece, es una traducción. El autor original es Bertoti, usuario de Fanfiction.

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En cierto modo, era extraño lo que estaba pasando.

Hubo innumerables ocasiones en el pasado en las que Ruby se sintió ansiosa por algo, como cuando esperaba alcanzar la edad mínima para desbloquear su Aura, verse obligada a conocer gente nueva en la escuela, aprender a luchar bajo la tutela de su tío Qrow, o finalmente poder crear a su amada Crescent Rose y enfrentarse a su primer Grimm.

Sin embargo, ninguna de esas situaciones, que podrían incluir ser atrapada con la mano en el tarro de galletas en medio de la noche, tratar de echarle la culpa a Zwei y fracasar miserablemente, podría compararse con este momento, pero no de mala manera.

Si bien todavía apesta saber que Blake y su hermana estaban quedando fuera de escena por el momento, ella seguramente convencería a Vegeta para que cambiara de opinión más tarde, nunca antes Ruby había sentido que su corazón latía con fuerza como lo hacía ahora que este hombre tenía su mano sobre su cabeza.

Un gesto así normalmente considerado gentil a pesar de ser infantil tenía un significado inconmensurable que tomó forma en las imposibilidades que había presenciado recientemente.

Después de todo, estaba a un paso de obtener el poder de incendiarse, volverse súper fuerte, mover cosas con su mente, disparar rayos de energía con sus manos y, sobre todo, ¡volar!

¡Sólo la suma de todo esto podría explicar su actual estado de euforia!

¡Ruby ya no sería una Cazadora, sería una superheroína!

¡Ese era su mayor sueño!

Además, tener la mano de Vegeta en su cabello, de una manera que parecía como si la estuviera felicitando, hacía que todo fuera mejor.

Podría ser una especie de príncipe malvado como lo fue Weiss al principio, ¡pero sólo de una manera tan genial!

¡Como un antihéroe!

Entonces sucedió.

Una fracción del poder inconmensurable que antes había dado vida a esas llamas doradas, pero sin la furia implacable que había esperado, surgió para llenar su cuerpo de una manera que apenas podía describir. Parecía como si hubiera respirado al límite y hubiera bloqueado el aliento después de comerse diez bolsas de galletas, se hubiera sumergido en agua caliente sólo para recibir una descarga, pero de esas que no dolían; todo a la vez y tan rápido como un abrir y cerrar de ojos.

No pasó mucho tiempo antes de que sucediera algo más.

El poder de Vegeta retrocedió tan rápido como llegó y fue como respirar nuevamente después de ahogarse, estar lleno de algo diferente a su Aura pero que se sentía igual de familiar; como si hubiera estado con ella desde siempre y se sintiera tan... ¡viva!

Ruby abrió los ojos abruptamente y aunque solo fuera por un momento, ¡estaba ardiendo en llamas blancas tal como lo había hecho Vegeta antes!

Al darse cuenta de que había funcionado; que había obtenido acceso a un poder que nadie más tenía y que podía ayudarla a salvar a tanta gente, al igual que su madre, le hizo llorar los ojos.

¡Nunca se había sentido más feliz que ahora!

¡De una manera que parecía inconmensurable, como la primera vez que comió una galleta hecha por su madre o usó su Semblanza!

Lo cual parecía una locura, pero no podría estar más justificado.

Sin embargo, parecía que el cambio aún no había terminado, y su más sincero agradecimiento al hombre genial que lo hizo todo posible tendría que esperar un poco más.